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La Argañosa, Teatinos y Vallobín también son núcleos con muchos foráneos

La zona es el punto de la ciudad con mayor número de extranjeros empadronados, 1.444 personas de 64 nacionalidades diferentes

México. Julio Flores asegura que Pumarín es un barrio "tranquilo" para vivir. En la imagen aparece junto a su hija Gretta y su madre, Estrella Álvarez. maría gómez

India. Geeta Rani aparece en la fotografía junto a su hijo Aarnav Kadyan y "no cambiaría Pumarín por ningún otro barrio de Oviedo". m. gómez

Ecuador. Katy Escobar y Juan Salguero regentan una tienda con locutorio en Pumarín. Llevan 3 años en el barrio y las cosas les van "bastante bien". maría gómez

Marruecos. Llegaron al barrio "porque es internacional". Bagdad Ouayed (izquierda) y Mourad Bouraada están "encantados". maría gómez

China. Los chinos Zhang Fen (izquierda) y Xu Ping llevan 13 años viviendo en Pumarín. Se sintieron arropados por los españoles "desde el principio". maría gómez

La Argañosa sigue a Pumarín en la lista de los barrios de Oviedo con más ciudadanos extranjeros en el Ayuntamiento. En ese punto de la ciudad residen 1.202 foráneos de 51 nacionalidades distintas. En el tercer puesto del ranking se encuentra Teatinos, con 1.160 extranjeros y a continuación están Vallobín (885), Ciudad Naranco (788), Cerdeño (768), La Corredoria (754), La Tenderina (730), Buenavista (563) y Ventanielles (491).

En total, en Oviedo hay 12.395 extranjeros empadronados en el Consistorio. Al igual que ocurre en Pumarín, la nacionalidad que más abunda en la ciudad es la rumana, que cuenta con un total de 2.667 representantes en la capital del Principado.

Alemanes, brasileños, ecuatorianos, turcos, vietnamitas, rusos, egipcios... Así hasta llegar a un total de 1.444 personas de 64 nacionalidades diferentes. Ese es el perfil del barrio de Pumarín, la zona de la ciudad con más habitantes extranjeros empadronados en el Ayuntamiento y uno de los puntos de Oviedo con mayor número de comercios y negocios regentados por ciudadanos que no son españoles. Teniendo en cuenta que el último censo municipal cuantifica 16.350 habitantes en Pumarín, casi el nueve por ciento de los residentes en el barrio son extranjeros. Y eso sin tener en cuenta a todos los foráneos que viven en la zona y no están empadronados en el Consistorio. En cuanto a representación internacional, Pumarín es una pequeña Organización de las Naciones Unidas (ONU) con sede en la capital del Principado.

La nacionalidad que más abunda en Pumarín es la rumana. En total hay 319 personas empadronadas en el barrio que provienen de Rumanía, 132 hombres y 187 mujeres. El segundo país con más presencia en la zona es Paraguay (136 personas empadronadas), seguido de Senegal (113), Marruecos (102), Ecuador (89), Brasil (67), China (64), Colombia (61), República Dominicana (46), Ucrania (38) y Venezuela (32). "Yo creo que los extranjeros elegimos este barrio porque los alquileres son bastante asequibles y es una zona que en realidad está a un paso del centro", explica la rumana Rodica Georgeta, que lleva 13 años viviendo en Oviedo y habla el castellano con perfecta claridad. "Aquí tenemos de todo, tiendas, supermercados, servicios... La verdad es que se está muy bien en Pumarín", recalca Georgeta.

En la misma línea se mantiene el marroquí Bagdad Ouayed, que lleva seis años en Oviedo y regenta una carnicería halal en Pumarín junto a Mourad Bouraada. "Antes estábamos en Ciudad Naranco y nos trasladamos a Pumarín porque hay mucho más movimiento, es un barrio internacional en el que te encuentras a gente de muchos sitios", explica Ouayed. "Estamos muy cerca de las estaciones de tren y de autobús y al lado del campus del Milán, que está lleno de estudiantes", subraya.

Los chinos Xu Ping y Zhang Fen viven en Pumarín desde hace 13 años y ya se sienten "casi ovetenses", aunque el idioma se les sigue resistiendo un poco. Ella, Zhang Fen, acierta a explicar que su familia fue bien recibida desde un principio en el barrio y que los clientes que compran en su bazar "nos hacen sentirnos como en casa". Él, Xu Ping, no pronuncia ni una palabra en español, pero se ríe cuando su compañera le traduce y asiente a todas sus afirmaciones. Tampoco es que la india Geeta Rani domine a fondo el castellano, pero chapurrea lo suficiente como para dejar claro que "no cambiaría Pumarín por ningún otro barrio de Oviedo". Mantiene que en la zona "nadie te pregunta de dónde vienes" y asegura que la convivencia con los españoles "es muy normal".

Los mexicanos Julio Flores y Estrella Álvarez, madre e hijo, también piensan lo mismo. "Aquí cada uno va a lo suyo y todos convivimos en un ambiente tranquilo y normal", señala Flores, que se encuentra viviendo en esa zona de Oviedo desde hace tres años. Katy Escobar y Juan Salguero, de Ecuador, acabaron en Pumarín "por circunstancias de la vida". Él era camionero y su trabajo se fue al traste "por la crisis". Ahora tienen una tienda con locutorio en el barrio y las cosas les van bastante bien. "Tenemos clientes de todas las nacionalidades, los españoles también nos compran bastante", asegura Salguero.

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