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Al rescate del archivo de Dolsé

El editor y director creativo José Castellano adquiere las fotos del popular estudio "para digitalizar un tesoro ovetense"

José Castellano observa negativos del estudio Dolsé sobre una caja de luz. FERNANDO RODRÍGUEZ

José Castellano abre una caja, mete la mano y saca al azar un sobre de papel cebolla. Dentro hay negativos y fotografías en blanco y negro de una pareja feliz, o eso parece a juzgar por sus sonrisas. Él luce un enorme bigote y ella lleva un sombrero de ala ancha sobre la melena. No van demasiado elegantes. Chaqueta oscura, camisa blanca sin corbata, y blusa de mangas abullonadas con un lazo en el cuello. Están recién casados y esas son las fotos para el recuerdo que se hicieron en el estudio Dolsé en una fecha indeterminada entre 1970 y 1974. Los años están apuntados a rotulador en un lateral de la caja, mientras que en el reverso de las imágenes hay una clave numérica. "Ahora ponte tú a buscar quiénes son en los ficheros. Y eso si das con el archivador correcto". Castellano es un director creativo y editor ovetense que acaba de adquirir el archivo Dolsé. Se lo cedió José Antonio Carretero, el último propietario del popular estudio fotográfico de la calle Mendizábal que cerró sus puertas el 30 de junio de 2015 tras más de setenta años de actividad.

Destino del material

Castellano adquirió el material gráfico por un impulso romántico al darse cuenta de que estaba ante un fondo de incalculable valor histórico y cultural para Oviedo y Asturias. Ahora, después de haber cargado en una camioneta decenas de cajas, archivadores, ficheros, carpetas y sobres, y ponerlos a buen recaudo en un piso, empieza a pensar seriamente qué hacer con ello. Su principal objetivo es datarlo, catalogarlo y digitalizarlo. En su poder está prácticamente todo el archivo analógico de Dolsé, es decir, las fotos y negativos que allí se tomaron hasta 2002, cuando comenzaron a trabajar en formato digital. Calcula que hay unas 40.000 imágenes de lo más variado. Desde orlas de la Universidad de Oviedo, hasta encargos "bbc" (bodas, banquetes y comuniones), pasando por fotografías de artistas.

"Me encanta bucear en esta enormidad, pero también es justo que los demás puedan hacerlo. Sería genial poder digitalizar este tesoro ovetense y hacer una publicación o una exhibición, pero no es tan sencillo", matiza este editor al que le gustaría contar con apoyo "institucional o empresarial" para ordenar el archivo. La tarea se complica por los derechos de imagen. Se trata de fotografías tomadas en un estudio y por las que sus protagonistas pagaron dinero. La jurisprudencia no es demasiado clara al respecto al haber diversidad de opiniones y muchas lagunas. Como norma general, los derechos expiran a los setenta años.

"Una cosa son los derechos de autor, si la foto se hace en la vía pública o sin que haya dinero de por medio, y otra los de imagen en un estudio de fotografía". El último propietario de Dolsé sabe bien de lo que habla. "A veces la gente no quería ni aparecer en el escaparate para preservar su intimidad, pero no es lo más frecuente", explica.

Es posible que la foto de la pareja de recién casados en los setenta esté en la mesilla de noche de un domicilio asturiano. Además, buena parte de los fondos de Dolsé adorna los pasillos de las facultades de la Universidad de Oviedo, despachos de abogados, consultorios médicos o estudios de arquitectura.

Curiosidades

Hay un porcentaje importante de fotografías de artistas de "varietés". Una mujer de raza negra posa con unas bragas de lentejuelas, botas altas y pezoneras de flecos, subida a la plataforma giratoria del estudio (un elemento que se conserva en el local cerrado junto a la cámara de placas de la marca "Anaca"). Una pareja de estilo cupletero escenifica posturas imposibles y gesticula exageradamente. Las fechas de las fotos no están claras, pero parecen de los sesenta y los setenta, justo cuando era necesario sacarse el carné de "Teatro Circo y Variedades" para poder actuar en España. Los candidatos se examinaban en la sala de fiestas Alaska, en los bajos del Filarmónica. Es decir, que de la que salían de allí, se hacían las fotos enfrente, en Dolsé, y se llevaban el lote completo.

El primer "photoshop"

El fundador del estudio, Francisco Dolsé Fernández, hizo los primeros retoques fotográficos sobre el papel que luego derivarían en el conocido "photoshop". Él lo hacía a tijeretazo limpio. Marcaba con un lápiz la cantidad de barriga o piel que sobraba y cortaba sobre la línea. Luego hacía una copia con cuidado de tapar los huecos con el mismo fondo neutro del estudio y a correr. "Es una pasada lo que te encuentras en estas cajas". Castellano saca varias fotos llenas de cortes de artistas desconocidas. "Es una pena que esto se pierda. Hay que recuperar el archivo Dolsé".

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