Al colegio de San Pedro de los Arcos lo conocen como una pequeña ONU, porque siete de cada diez alumnos de este centro público proceden de países extranjeros, o son nacidos en España pero hijos de inmigrantes. Es una etiqueta, la de la multiculturalidad, que en el centro llevan con orgullo y sin mayor problema. "Los niños no tienen ningún tipo de prejuicio, somos los adultos", explica la directora del centro durante los últimos seis años, Fely Álvarez Velasco.

Con una matrícula de 180 alumnos (los últimos 12 incorporados en lo que va de año) hay varios factores que influyen en que en el colegio estudien niños de más de veinte países diferentes. Su zona de influencia, Vallobín y Ciudad Naranco, está repleta de viviendas antiguas con rentas bajas, a las que acceden muchas familias inmigrantes. Además, se da la circunstancia de que el colegio está rodeado de centros concertados.

En realidad, San Pedro de los Arcos podría acoger muchos más alumnos de los que tiene, porque tiene libre "un ala entera", explica la directora. De hecho, fue el colegio elegido por la Consejería de Educación para trasladar a los estudiantes del Dolores Medio mientras duraban las obras de ampliación y mejora de este otro colegio público. En la actualidad hay en marcha un proyecto para convertir el espacio infrautilizado en las oficinas centrales de los trabajadores de Psicología Terapéutica. "Están barajando agrupar aquí las oficinas, nosotros estamos encantados, porque tenemos muchas aulas infrautilizadas, toda un ala", indica Fely Álvarez.

Pero en lo que está realmente centrado el colegio San Pedro de los Arcos este curso es con la organización de dos eventos que han hecho coincidir en el tiempo: la Semana Cultural y el memorial de la muerte de dos docentes desaparecidos en trágicas circunstancias. Se trata de Avelino Díaz, que falleció en 2004 en la montaña, y de Víctor García, que perdió la vida en 2010 en un accidente de esquí cuando acompañaba a los alumnos en las vacaciones de la "semana blanca". Los escolares están organizando actividades para honrar la memoria de los dos profesores, y a la vez sobre la figura de Cervantes, que centrará los actos de la Semana Cultural.

También están muy ilusionados con otra circunstancia, pero ésta es personal y atañe sólo a una alumna del centro, Alejandrina Ebana, de Guinea, una niña sorda que acaba de conseguir unos audífonos gracias a la Fundación Vinjoy. Ya es capaz de leer y pronunciar vocales. "Flipó, y todos flipamos con su reacción. Ya es otra niña", aseguran en el centro.