En Olivares asoman las urnas más que en ningún otro lugar de Oviedo. Sus más de 3.000 vecinos tendrán que votar en las próximas semanas el nombre de sus 15 calles que, mayoritariamente, carecen de denominación, lo que dificulta procesos tan cotidianos como el pedir una pizza o recibir una carta. El gobierno local (Somos, PSOE e IU) ha aceptado la petición de los residentes y en las próximas semanas pondrá en marcha un proceso de participación en esta zona rural para que las calles tengan el nombre que ellos quieran.

El asunto la está llevando Ana Taboada, vicealcaldesa de Oviedo y concejala de Participación Ciudadana e Información. La edil podemista ha ordenado al topógrafo municipal que contacte con una empresa de delineación para escrutar el coste aproximado de los trabajos. El presupuesto que se maneja para nombrar las calles y renumerar las casas es de 3.200 euros, según ha podido saber este diario.

El proceso de participación se hará con urnas en la zona. Todavía no hay una fecha definida. Los vecinos ya dieron en su momento una idea y plantearon la posibilidad de llamar a las calles con nombres de futbolistas históricos del Oviedo como Lángara, Marianín, Emilín, Falín, Vicentón u otros más recientes como Jokanovic, Dubovsky, Carlos o Mata. La zona está muy próxima al estadio Carlos Tartiere. De hecho, muchos de los asistentes los domingos a los partidos del Oviedo aparcan sus coches en las calles de Olivares.

El borrador del proceso incluye los pasos a seguir una vez se hayan definido la denominación de las vías. A partir de ahí, lo primero que se hará será definir el sentido del avance de cada una de las calles para establecer la numeración. En la asingación de los números se tendrán en cuenta "huecos" que correspondan a "parcelas susceptibles de ser urbanizadas". Una vez se finalice el proceso, el gobierno hará una tabla de correspondencia entre la numeración anterior y la numeración nueva para evitar disfunciones en los primeros meses.

La denominación de las calles de Olivares es una vieja petición de los vecinos. De hecho, los residentes llegaron a crear la conocida como "comisión callejero" para facilitar el proceso. Los residentes llevan tiempo trabajando sobre un mapa artesanal que ellos mismos han hecho a partir de documentos que encontraron en el archivo del Ayuntamiento y en las bibliotecas, y también gracias a su propio conocimiento de la zona. La secretaria de la agrupación, María Álvarez, explicó en su día que la comisión vecinal tuvo en cuenta la densidad de población de los tramos y su nivel de uso para fijar el principio y el final de las vías. Los residentes aseguran que llevan más de dos décadas con la necesidad de nombras sus calles.