El popular hostelero Fernando Lorenzo, más conocido en Oviedo como "Fernando el de El Paraguas", pasará a la historia de la ciudad por ser el primero en leer el pregón de las fiestas del Antiguo, unas celebraciones que arrancan este año y que nacen de la mano de la Asociación Vecinal del Oviedo Redondo. Lorenzo, que a menos de una hora del comienzo estaba ultimando los detalles de su discurso, hizo un repaso de su trayectoria en el casco viejo de la ciudad apoyándose en infinidad de anécdotas que le dejaron todos esos años de profesión. También dejó patente su amor por el barrio. "El Oviedo Antiguo irrumpió como zona de ocio de repente tras la muerte de Franco, la gente se echó a la calle con la llegada de la democracia y el barrio siempre ha sido un referente. Hoy en día sigue siendo una zona sana, tranquila y a pleno rendimiento gracias al trabajo y a la creatividad de los jóvenes hosteleros", asegura Fernando Lorenzo.

El pregón fue la guinda de una jornada en la que se sucedieron las actividades. A las dos de la tarde tuvo lugar el concurso de tortillas de patatas, una cita que se celebró en la parte de abajo del parque del Campillín y en la que hubo diez participantes. "Para ser la primera vez que lo hacemos no está mal, pero seguro que en años venideros lograremos convertir el concurso en un acto gastronómico de referencia", explica Francisco Alonso, "Pancho", el presidente de la asociación Oviedo Redondo. Después de la intervención de Fernando Lorenzo comenzó la música. A las ocho se subió al escenario el grupo "Mad Rovers" y a las once le tocó el turno a Rodrigo Cuevas. A continuación estaba prevista una fiesta con música disco hasta bien entrada la madrugada. Las fiestas en el Antiguo proseguirán hoy con una multitudinaria comida en la calle, con más de 300 personas.

También estuvieron de fiesta en Buenavista, un barrio en el que las celebraciones se han vuelto a recuperar tras once años de inactividad. Más de 400 personas se sentaron a la mesa en el parque Juan Mata para degustar un plato de paella a cuatro euros, todo un atractivo teniendo en cuenta que la comida coincidió con el partido del Oviedo frente al Mirandés. A partir de las diez de la noche los asistentes tenían previsto bailar a ritmo de una orquesta y a continuación con la música de un DJ, algo que se repetirá todos los días hasta el próximo martes, la fecha en la que se terminan las fiestas de este barrio ovetense.