Antigüedad o cualificación. El debate está sobre la mesa y estos días cobra la máxima actualidad. El Boletín Oficial del Principado (BOPA) tiene previsto publicar hoy mismo la resolución de un concurso de traslados de toda la sanidad regional en virtud de la cual el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) incorporará 67 nuevos médicos, 34 de ellos provenientes de fuera de Asturias. El proceso de movilidad -reservado para facultativos con plaza fija- se ha ejecutado atendiendo exclusivamente al criterio de antigüedad. Para algunos jefes de servicio del HUCA, no otorgar ningún protagonismo a los conocimientos y habilidades de los candidatos empobrece al buque insignia de la sanidad asturiana y aboca a "que se iguale por abajo" a todos los hospitales de la región. En cambio, según los abogados sindicales, los servicios prestados son el factor clave en el conjunto del Sistema Nacional de Salud: "No estamos ante una prueba de acceso, sino ante unos profesionales que ya la han superado y que pueden desarrollar todos los aspectos de su especialidad y realizar cualquier trabajo dentro de su disciplina".
"Es imprescindible modificar el procedimiento de los concursos de traslados", subraya César Morís, director del área del corazón del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). La suya es una opinión que comparten otros jefes de servicio del complejo sanitario ovetense, pero que pocos se atreven a expresar con tanta nitidez.
A petición de LA NUEVA ESPAÑA, el doctor Morís ilustra su postura como el ejemplo de su propia especialidad. "Hoy día, para formar un cardiólogo son suficientes los cinco años de residencia. Pero si tienen que hacer unas técnicas especiales, como las que se practican en hospitales del nivel del HUCA, son necesarios alrededor de dos años más. Hablo de realizar cateterismos o angioplastias del infarto, implantar válvulas, quemar fibrilaciones auriculares o taquicardias ventriculares, dominar técnicas de imagen...". Según César Morís, el cardiólogo "ya no puede limitarse a hacer un ecocardiograma. Tiene que dominar la resonancia, el TAC, el PET, los isótopos... Es evidente que se necesitan dos años más".
La postura contraria la expone Domingo Villaamil, abogado del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA). "En todos los ámbitos de la Administración pública, los concursos de traslados se hacen por escalafón, el criterio de antigüedad es esencial. Es lo que sucede, sin ir más lejos, en el terreno de la justicia. El Tribunal Supremo ha avalado concursos de traslados en los que sólo se considera la antigüedad del profesional como propietario". Según Villaamil, la norma que se aplica en materia de traslados para el personal estatutario del Servicio de Salud del Principado (Sespa) es el Real Decreto-Ley 1/1999, cuyo artículo 16.2 estipula que el criterio principal a tener en cuenta ha de ser "el tiempo de servicios prestados en las Administraciones y Servicios Públicos desempeñando puestos de trabajo de igual contenido funcional que la plaza objeto del concurso".
César Morís sostiene que el presente debate remite a una cuestión más de fondo. "No se trata de que el HUCA tenga el privilegio de escoger especialistas, sino de determinar qué estructura sanitaria queremos para Asturias". El dilema que plantea el director del área del corazón del HUCA no es nuevo, pero emerge ahora con fuerza renovada. Se trata de establecer si el Hospital ovetense "tiene que desempeñar un papel singular, de hospital puntero, o queremos que todos los hospitales sean iguales". "No hablamos de dárselo todo al HUCA y que los restantes hospitales se fastidien, pero tampoco de igualar a todos por abajo", apostilla el doctor Morís.
Domingo Villaamil lleva su argumentación por otro camino. "No existen hoy por hoy súper especialidades y no cabe establecerlas 'ad hoc', y menos en concurso de traslados, ya que con ello incidiríamos en la arbitrariedad". El letrado enfatiza que en la plantilla orgánica del Sespa pueden establecerse perfiles (requisitos de cualificación) en determinadas plazas, "pero no cabe que esos perfiles los ponga el jefe del servicio". Villaamil apela a una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, en respuesta a una demanda presentada por el SIMPA: "Ha establecido la obligatoriedad, que hoy por hoy no cumple el Sespa, de incluir los perfiles en la plantilla orgánica".
César Morís rebate una parte de esta argumentación: "Si todo lo conviertes en antigüedad, mal vamos. Lo único que se pide es cubrir las especialidades con las personas adecuadas, y eso no es arbitrariedad. Seguir haciendo los traslados por antigüedad es decimonónico". El responsable del área del corazón del complejo sanitario ovetense precisa que su apuesta por la excelencia afecta también a los profesionales que llevan años en el Hospital Central: "Esta exigencia tiene que acarrear que los especialistas que estén en el HUCA cumplan también estos mismos requisitos de cualificación. No se trata de llegar al HUCA y quedarse estancado".
En el debate terció ayer Alejandro González, responsable del sector sanitario de Comisiones Obreras. "Hay un estatuto marco que salvaguarda el derecho al traslado del personal estatutario del Sistema Nacional de Salud. En España hay 17 servicios de salud. En los procesos de movilidad, en ninguno de ellos se perfilan plazas, es jurídicamente inviable. Quien tiene la especialidad tiene el derecho, y lo que prima es la antigüedad".
Según González, Comisiones Obreras apostó, sin éxito, por aplicar en este proceso de movilidad un modelo acordado a nivel estatal que establece "otorgar hasta un 20 por ciento de la puntuación total del concurso de traslados a la formación específica del puesto de trabajo".
