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Correa corta para los incívicos

Los dueños de perros aplauden la decisión del Ayuntamiento de perseguir "con más dureza" a los propietarios que no recojan los excrementos de sus mascotas

Correa corta para los incívicos PEDRO H.

El Ayuntamiento de Oviedo tiene previsto perseguir "con más dureza" a los dueños de perros que no recojan las heces de sus mascotas y los propietarios de animales son los primeros en aplaudir la medida, al menos todos los que fueron consultados ayer por este diario. "Me parece muy bien que aquellos que no tengan una actitud responsable sean castigados. Soy la primera en defender los derechos de los animales cuando es necesario, pero también defiendo los valores cívicos y el respeto a los demás ciudadanos", afirma Miriam Martínez, la dueña de "London", que ayer paseaba con ella por el Campo San Francisco. "Los dueños de perros siempre estamos pidiendo parques para ellos o que los dejen entrar en las playas, pero todo eso tiene que ser a cambio de un comportamiento cívico. Los que no lo tienen no nos ayudan", recalca Martínez.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, reconoce que las quejas de los ovetenses en este sentido llevan tiempo llegando a los despachos del Consistorio. A raíz de esas denuncias, el edil y su equipo tomaron cartas en el asunto y ya tienen a punto de caramelo una campaña de concienciación que podría estar en marcha en el mes de junio y que servirá para informar a los ciudadanos de las intenciones del Consistorio y sobre la cuantía de las sanciones a las que se enfrentan los dueños de animales si no cumplen la normativa. Será el paso previo a la puesta en marcha de un "operativo especial" que perseguirá con más ahínco a los infractores. "Todo el mundo debería de saber ya que no se puede dejar suciedad en el suelo, pero tampoco está mal que avisen a la gente antes de empezar a sancionar", señala Pedro Solares, un ovetense retirado que prefiere no salir en la fotografía.

Una de las alternativas que estudiará el Ayuntamiento, según anunció a través de este diario el edil de Seguridad Ciudadana, es la posibilidad de implantar un modelo similar al que pretende consolidar la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, un sistema que permite sustituir las multas derivadas de no recoger las heces de los perros por trabajos de limpieza en la ciudad durante los fines de semana. Por el momento esa figura no se contempla en la ordenanza de Convivencia Ciudadana, pero muchas asociaciones vecinales de la ciudad ya se han mostrado a favor de que comience a aplicarse. "Me parece una buena solución. Habrá gente que no pueda pagar la multa, pero si tiene que trabajar para saldar su irresponsabilidad seguro que la próxima vez que tenga que recoger la caca de su perro se lo piensa dos veces", mantiene Pablo Espina mientras juega con su labrador, de nombre "Zar". "Yo siempre salgo a pasear con una bolsa porque sé que el perro tiene que hacer sus necesidades y que no se pueden quedar en el suelo. La verdad es que no lo hago pensando en evitar una multa, creo que es algo que tiene que hacer cualquier propietario de un animal y lo veo como algo normal", añade.

El médico Pablo Bernáldez también mantiene un discurso similar a los anteriores. "Me parece bien que se sancione a quienes no recojan los excrementos del perro. No tendrían por qué existir las multas para que la gente cumpliese con sus obligaciones, pero lamentablemente parece que sólo funcionamos cuando nos tocan el bolsillo", asegura. Bernáldez tiene muy claro que el Ayuntamiento no debe permitir que las calles y espacios públicos están llenos de suciedad por culpa "de unos pocos". "Yo tengo perro -se llama 'Pipa'- y soy al primero al que le molesta encontrarse con excrementos de perros cuando salgo a dar un paseo", subraya.

Cova Maíllo, la dueña de "Cooper", tampoco ve con malos ojos la medida anunciada por el Ayuntamiento de Oviedo. "Cuando alguien tiene un perro está obligado a ser responsable en todos los aspectos. Si no se cumple la normativa es bastante normal que te sancionen", explica. Maíllo también considera positivo que las multas puedan ser sustituidas por trabajos en favor de la sociedad. "No sólo se consigue concienciar a la gente con sanciones económicas, hay otras vías que también podrían ser efectivas", subraya.

La ordenanza de convivencia ciudadana que está en vigor en Oviedo tipifica como falta leve el no recoger los excrementos de los perros. Según el texto, estas faltas "serán sancionadas con apercibimiento y en caso de persistencia o reincidencia con multa de 10 a 300 euros, salvo que el hecho constituya otra infracción más grave".

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