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Alicia Bango abre la puerta a su etapa azul

La artista ovetense presenta su nuevo trabajo "Simultáneas y portables", en el que muestra "el descontento con lo que está pasando en el mundo"

Sin normas, sin órdenes preestablecidos y sin interpretaciones concretas. La artista ovetense Alicia Bango es una firme defensora del arte libre, en la creación y en la recepción, y con su nueva exposición "Simultáneas y portables", que está en la galería Cervantes6 de Oviedo hasta el 22 de junio, lo ha vuelto a demostrar.

Entre las líneas rectas y las manchas curvas que componen sus dípticos, sus trípticos y sus tablas "minis" de madera con tela intercambiables entre sí, cada espectador puede perderse para encontrar su verdad. No hay reglas ni verdades absolutas, salvo la que da la experiencia de una carrera pictórica de más de 30 años que Bango tiene sobre sus hombros. "Como siempre pinto en el suelo, voy moviéndome alrededor de la obra, y así descubro que funciona desde cualquier posición. Eso es lo que quería mostrar en esta exposición. No hay una obra única, cada espectador compone la suya haciendo y deshaciendo a su antojo", explica. Así, sus pinturas abstractas, cargadas de emoción, intimidad y pureza, adquieren una nueva dimensión gracias a la intervención del receptor. Pero, a pesar de las infinitas mezclas, el orden y la identidad propia de Bango jamás desaparecen, aunque aparezcan diluidas. "Vivo en un conflicto constante, en una contraposición entre la abstracción geométrica, con la que ordeno el espacio, y la mancha expresionista, que da paso a la emoción y el sentimiento. Y es en ese gesto en el que me dejo llevar. Aunque nada de lo que está ahí es azar". Tampoco lo es el color, una paleta dominada por el azul y los tonos fríos que dejan atrás su época de rojos y negros, mucho más pasional. "Con la madurez me interesa ir un poco más allá, que haya más pensamiento y sea algo más espiritual. Y el color me sirve para mostrar que no me gusta lo que está pasando ahí fuera, a nuestro alrededor, en el mundo. Hay una falsa razón a la que tenemos que vencer con sentimientos, si no todos nos volveremos fríos y calculadores".

Amante de la pintura, celebra que las tendencias actuales estén dejando atrás el "boom" de las instalaciones de la última década y vuelvan a apostar por ella. Porque, aunque cueste, "y mucho", defiende que se puede vivir del arte. "Eso sí, hay que dejarse la piel y renunciar a muchas cosas".

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