El Ayuntamiento de Oviedo lleva años pendiente del "caso Calatrava", sabedor de que un desenlace desfavorable condiciona las cuentas del concejo para los próximos años. El anterior gobierno municipal, liderado por el PP, maniobró para tratar de restar valor a la tasación de la obra y así aminorar los daños económicos. En uno de los informes, el Ayuntamiento esgrimió que la cubierta del Palacio de Buenavista no se mueve, circunstancia que, aseguraron, le resta valor. Otro de los informes incluye los prejuicios en cuanto a imagen que todo el proceso judicial ha causado a la obra.