Wenceslao López (PSOE) festejó ayer el primer aniversario del tripartito con uno de sus discursos más contundentes desde que es alcalde de Oviedo. En plena campaña electoral y en un acto organizado por la Agrupación Municipal Socialista de Oviedo, de la que todavía es secretario general, el regidor acusó a su antecesor, Agustín Iglesias Caunedo (PP), de "enmierdar la política con sus putiferios", en alusión a los motivos de la imputación del concejal conservador en la trama presuntamente corrupta del agua que se juzga en Lugo.

Sin ningún guión y ante un centenar de afiliados socialistas, emigrados ya la mayoría de los periodistas, López -vaqueros y sin corbata- dejó a un lado su deje didáctico del profesor que es y se soltó como pocas veces lo suele hacer, consciente de que si hay un momento para alzar la voz y ser más políticamente incorrecto es ahora, en plena campaña electoral. No sólo dio un repaso a un año "duro" sino que disparó una y otra vez contra el PP. De Caunedo, además, dijo que formaba parte de los "políticos minúsculos" porque "para unos los fondos públicos son sagrados y para otros son putiferios". De Gabino de Lorenzo dijo que durante sus años de alcalde supo hacer bien "política de cosmética" pero que "detrás de las farolas y las baldosas que deslumbraron a los ovetenses sólo había basura, basura y basura" y que "ahora eso está reventando todo" generando un "caos" que "ahora nos toca gestionar".

De las sentencias de "Villa Magdalena" y el Calatrava no dijo mucho más de lo que lleva días repitiendo. Recordó la cifra: "55 millones de euros en un mes" (a pagar por el Ayuntamiento), "expolios" que "no podemos permitir que caigan como una losa sobre el ciudadano" y que el PP "no puede decir que no estaba". "Intentaremos que lo pague quien lo tiene que pagar", afirmó, y citó otros "pufos" como El Asturcón ("45 millones) o el Cinturón Verde ("60 millones").

Al PP no sólo le afeó los números sino que enfocó hacia el propio Ayuntamiento, hacia lo que, señaló, se encontró cuando entró por primera vez por la puerta de su despacho, el lunes 15 de junio de 2015. "Había un policía a la entrada y la puerta se bloqueaba automáticamente. Todo eso se quitó. También había una cocina con un enfriador de botellas. Encontré botellas de bebidas alcohólicas al llegar al Ayuntamiento. Era un lugar para vivir a lo grande", dijo con voz potente, elevando el tono, como si estuviera en el punto álgido de un mitin antes del aplauso.

El regidor fue intercalando los latigazos al PP con el repaso a distintos aspectos de su gestión en este año. Antes de entrar al teatro de Pumarín (donde se celebró el acto), delante de las grabadoras, López dio las gracias a Somos e IU por hacerle Alcalde y luego, subido al escenario, elogió el "trabajo conjunto" de todos. "No hay ni un sólo proyecto en Oviedo que haya parado por falta de consenso entre los socios", presumió, para después admitir "roces" y "tensiones" propias, dijo, de "una familia". Y ahí, con la vista puesta en la familia, reconoció, sin citar a nadie, lo que no le gusta de sus socios: "la ansiedad mediática" de Somos y su afán por "querer visibilizarse" y "los hábitos que sigue teniendo de oposición" IU, a la que "le cuesta adaptarse" al gobierno pero, apaciguó, "es normal".

En este punto, como a su vera estaba sentada Dolores Carcedo, consejera de Hacienda del Principado, tocó olvidarse de Somos y apuntar a su matriz, a Podemos, con quien su partido mantiene a nivel regional tensiones: "Los que menos cultura tienen de llegar a acuerdos son (los grupos) nuevos. Tienen demasiadas ansias de ganar", dijo.

También se refirió López al empleo, "lo que más me preocupa en el municipio" y aquí acusó al propio Ayuntamiento de haber sido, durante 24 años, "la peor empresa de Oviedo, explotando a sus trabajadores", en referencia a los planes de empleo impulsados por el PP, que dejaron un "pufo" de tres millones. El regidor tocó otros temas como el transporte público (prometió líneas nuevas y descuentos), el plan estratégico, los distritos y los consejos sectoriales ("van lentos") o la Memoria Histórica, "que se empezará a cumplir este año". Al repasar el asunto de los hidrantes del incendio de Uría, López se mordió la lengua: "Me estoy callando cosas que podría usar en beneficio político propio y perjudicar al PP porque dañaría intereses municipales. Eso sí que es otra forma de hacer política". Y acabó: "la política que hay que hacer es para las personas y los barrios rotos".

En el acto también participó el exalcalde Antonio Masip que, a voz en grito, calificó la gestión del PP en Oviedo de "desastrosa", "naufragante", "palmaria" y "vergonzante" por los "pufos" de Villa Magdalena y el Calatrava, que pidió que se investiguen. La portavoz Ana Rivas señaló que el año fue "difícil" pero que "hemos empezado a cambiar Oviedo".