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Los guajes encienden el escenario

Los cerca de 300 alumnos de la escuela Derrame Rock School, de 2 años en adelante, ofrecen un concierto de fin de curso "para versionar y pasarlo bien"

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Concierto de fin de curso de los alumnos de la Derrame Rock School

Izán García tiene dos años y medio y su propia banda de rock. Toca la guitarra, o al menos lo intenta, en "Los Mendas y el Profesor Chiflado". El grupo se presentó ayer por primera vez ante el respetable para tocar una versión del clásico "Summertime Blues" de Eddie Cochran. A excepción del pequeño Izán, el batería, el otro guitarrista y el bajo tienen diez años y son alumnos de la escuela de música Derrame Rock School. Asisten para aprender, pero sobre todo para pasárselo bien como hicieron sobre el escenario de la discoteca Tribeca durante la actuación de fin de curso, o lo que es lo mismo, un conciertazo con cerca de 300 artistas de dos años de edad en adelante y un público igual de heterogéneo.

A lo largo de más de dos horas, cerca de cincuenta formaciones musicales (grupos, dúos y solistas) dieron lo mejor de sí mismos al interpretar temas de la Creedence, Blues Brothers, Rolling Stones. Eric Clapton, Beatles o The Kinks. Aunque también hubo alguna que otra canción infantil tocada por los más chiquitines. Ese fue el caso de Suso Campelo, de cuatro años, que sin demostrar miedo escénico alguno a cinco minutos de sentarse en el taburete de la batería, atendió a este periódico para explicar que el suyo era un tema del Libro de la Selva sobre el Rey León. "Yo le doy ritmo a la cosa", dijo el crío antes de coger las baquetas y darse media vuelta.

La Derrame Rock School cumplirá cuatro años el próximo curso 2016-2017, supera los 300 alumnos y tiene una decena de profesores especializados que imparten clases de guitarra eléctrica, bajo, batería, teclado o canto, entre otras materias. Los chicos acuden a un local de 350 metros cuadrados en la calle Picasso, en Pumarín, dotado de seis aulas individuales, salón de actos, y dos salas de ensayo. Alberto Rionda, el director, cree que el éxito de la escuela reside en que está basada en el entretenimiento y el amor por la música. "Para amar la música, apreciarla y querer dedicarse a ella, primero hay que disfrutarla sin ataduras".

A sus siete años, Alba Puga tiene claro que quiere dedicarse a la música y en especial a la guitarra eléctrica, que para eso ha aprendido a tocarla. "Vengo a versionar y pasarlo bien con el tema 'Cristal ahumado", de Albertucho. Me encanta dar un concierto", declara la niña con su guitarra azul al hombro y una camiseta de Los Suaves.

Las familias son durante el concierto más "groupies" que padres, madres o hermanos . Y es que aplaudieron a rabiar cada actuación como si el propio Jagger estuviese cantando "Jumping Jack Flash" y no un chavalín de Primaria. José Méndez fue a Tribeca para ver a su hija. La apuntó a la escuela con 11 años y ya tiene 14. "Lo suyo es cantar y esta vez va a lanzarse con una canción de Demi Lovato". De casta le viene al galgo porque José forma parte de los "Mendezcatos".

Cuando "Los Mendas" (Alejandro Herrero, Loto Coronel, Alberto Suárez e Izan García) salieron a escena con su "Profesor chiflado" (el director de la Derrame School, Alberto Rionda), se desató la locura y llegaron las peticiones de bises. La música asturiana tiene cantera.

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