El edificio de Uría, 58 ya no tiene andamios ni enormes bases de hormigón que lo escondan, aunque está tapado por un cartel promocional de la empresa que se ha encargado de desmontar las partes de la fachada más afectadas por el incendio del 7 de abril. El último paso para reconstruir la casa y reabrir el tramo de calle que permanece cortada al tráfico es limpiar el interior del edificio, ahora lleno de escombros e incluso de los centenares de zapatos de la tienda que había en la planta baja. Para restablecer el tráfico y hacer transitable la acera clausurada, el Ayuntamiento esperará a que los dueños finalicen esta tarea -en la que debe estar presente la Policía Científica- la semana que viene.

Los operarios de "Pevida Construcciones" y "Roxu" retiraron ayer los seis bloques de 17 toneladas cada uno que soportaban el andamiaje que servía para asegurar lo que queda de edificio. La actuación duró algo más de siete horas, desde poco antes de las 9 hasta las 16 horas. Y para levantar las bases fue necesario usar una grúa y una pinza especial que se utiliza habitualmente en los puertos para mover bloques de 80 toneladas. Además, la complejidad de la operación llamó la atención de los ciudadanos, que se concentraron ante el 58 para fotografiar el trabajo.

Prácticas de bomberos

Mientras, los bomberos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) de Oviedo, cuerpo al que pertenecían Eloy Palacio, fallecido durante la extinción del incendio de Uría, 58, asisten estos días a un curso de reciclaje sobre el funcionamiento del brazo articulado de la grúa. Un técnico finlandés de la empresa Vema, Lauri Suorenta, está impartiendo la formación a todos los bomberos del servicio. Este vehículo fue el que utilizaron los bomberos durante la polémica extinción del fuego que conmocionó a la ciudad el pasado 7 de abril. Palacio perdió la vida tras descender al tejado desde la cesta del brazo articulado.

El vehículo grúa fue adquirido en 2011, y ya entonces se programó un curso para parte de la plantilla. Estaba previsto para 2015 pero, según informaron fuentes municipales, no se ha podido poner en marcha hasta esta semana. El objetivo es que puedan explotar todas las posibilidades del vehículo ante situaciones críticas.

El brazo articulado permite acceder a una altura de 38 metros y ofrece muchas posibilidades para actuar desde posiciones elevadas. Este curso forma parte de las medidas anunciadas por el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, para mejorar el servicio de bomberos.