Después de "más de diez años" de polémicas y "trabas" para tocar en directo en los bares de Oviedo, los representantes del gremio ya comienzan a escuchar los primeros acordes de la canción del entendimiento. Los grupos que integran el tripartito -Somos, IU y PSOE- se han comprometido a solicitar una reunión entre los técnicos municipales y los del Principado con el fin de aclarar algunos aspectos "que no están lo suficientemente claros" en la ley de Espectáculos Públicos y poder así "potenciar la música en vivo" en la ciudad. Ahora que la melodía ya va encaminada, hay que ponerle letra al acuerdo, y hacerlo cuando antes "por el bien de la cultura y del desarrollo de la ciudad". Al menos eso es lo que piden los músicos y algunos de ellos han elegido este diario para manifestarlo.
"La música en directo es una necesidad para mantener una ciudad viva. Los músicos necesitamos apoyo político para poder trabajar en armonía con los vecinos y sin tener que tener a la Policía al acecho", señala Julio Fernández, de Perro Blanco Blues. Y es que para celebrar un concierto, según el gremio, no hace falta molestar al resto de los ciudadanos. "No es un problema de ruidos porque nosotros no vamos a superar los límites establecidos en locales correctamente insonorizados. En un sinsentido que se pueda porner un CD y no tocar una guitarra", mantiene Álvaro Bárcena, de Electric Buffalo.
Para el cantautor Pablo Moro es el momento de coger el toro por los cuernos. "Ahora que parece que hemos logrado superar lo absurdo, revisar una ley que no tenía sentido, hay que lograr consolidar lo razonable, que no es otra cosa que la celebración de conciertos para ser una ciudad moderna y avanzada", afirma. En la misma línea se manifiesta Jorge Otero, de Stormy Mondays. "Ha llegado la hora de poner soluciones políticas a los problemas técnicos", dice en relación a los problemas que se han generado en cuanto a la interpretación de la ley de Espectáculos Públicos.
