La fuente de las Ranas volverá a funcionar a pleno chorro. El gobierno local destinará 50.000 euros a renovar por completo el sistema interno de la instalación del paseo del Bombé que estaba pendiente de reparación desde 2014. La Junta de Gobierno dio ayer luz verde a la adjudicación del contrato de obra con un plazo de ejecución de dos meses. Así, una de las fuentes públicas más emblemáticas y antiguas de Oviedo recuperará el esplendor de antaño, el que tuvo antes de que se le apagasen varios surtidores y perdiera fuerza de agua.

La de las Ranas tiene cerca de 140 años. El Ayuntamiento mandó construirla después de la inauguración de la Fuentona el 21 de septiembre de 1875, día de San Mateo, en el extremo opuesto del paseo del Bombé. Junto a la del Caracol, también en el Campo San Francisco, las tres fueron las primeras fuentes ornamentales de una ciudad en la que era una novedad tener manantiales urbanos con chorritos y cascadas.

La de las Ranas y el Caracol están dedicadas a la naturaleza y hechas con piedra de Las Caldas. Los cuernos del caracol y el color verde intenso, ya perdido, de las cuatro ranas que escupen agua en el Bombé se convirtieron en el fondo habitual de miles de fotografías de los ovetenses de finales del XIX y los albores del XX.

Las fuentes contemporáneas a la de las Ranas también recuperaron hace poco el lustre tras años de estar en el olvido y a medio gas. La Fuentona se hizo para celebrar la traída de aguas desde el Naranco. En principio sólo era un surtidor al que luego se le añadieron los "estanques" dedicados a los lagos de Asturias. Uno de ellos estuvo atascado y el agua rebosó hasta el punto de que formó una poza en el terreno.

El caracol recuperó hace meses los cuernos que sistemáticamente le habían quitado. Como denunció varias veces la cronista oficial de Oviedo, Carmen Ruiz-Tilve, arrancarle los cuernos al caracol del Campo se convirtió casi en una tradición similar a la que despojaba de sus gafas a un inmóvil Woody Allen en la calle Milicias Nacionales.

Dentro del Campo San Francisco, queda por restaurar el quiosco de la música. El Ayuntamiento se encuentra en proceso de liquidación con la empresa que estaba encargada de rehabilitarlo después de haber tenido que cancelar su contrato y buscar soluciones alternativas para terminar el trabajo, que lleva un retraso de casi dos años. Así lo confirmó la semana pasada la edil de Infraestructuras, Ana Rivas, en pleno paseo del Bombé.