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El recorrido

Al paso de ríos, palacios y minas

El alto del Padrún figura en el trazado, plagado de naturaleza l El caminante también puede ver el puente medieval bajo el que antaño pasaba el Nalón

Al paso de ríos, palacios y minas

La ruta de la vía de la Plata ( Gijón-Puerto de Pajares) cubre una de sus etapas entre Olloniego y Mieres. Antes de comenzar la andadura merece la pena darse una vuelta por Olloniego y visitar el conjunto formado por el puente, el palacio y la torre de los Muñiz. Alrededor de un manantial natural se construyó el puente, después la torre y por último el palacio. Una crecida del río Nalón desvió el cauce y obligó a construir otro puente y colocar la oficina de peaje que puede apreciarse antes del puente, a la entrada de Olloniego

Iniciamos el recorrido en Olloniego, donde seguimos por la carretera, pasando junto a la Iglesia de San Pelayo. Atravesamos todo el pueblo y damos un ligero giro a la derecha para pasar por encima de la autopista. Seguimos de frente, abandonando la carretera por la que íbamos.

Nos dirigimos hacia el fondo del valle transitando durante un corto trecho al lado de la autopista. Pronto la ruta gira a la izquierda pasando al lado de un campo de fútbol. Poco después nos encontramos con un cruce donde debemos seguir por la derecha ignorando el cruce que nos encontramos posteriormente que nos llevaría a San Frechoso llegando muy pronto a las instalaciones del Pozo Olloniego.

Las minas de Olloniego fueron explotadas a mediados del siglo XIX por la Compañía Anglo-Asturiana, quien en 1917 traspasaría sus propiedades a la Sociedad Hulleras de Veguín, constituyéndose un año más tarde la Sociedad Hulleras de Veguín y Olloniego.

En San Frechoso se comenzó a profundizar, a mediados de los 50, el pozo vertical San José, inaugurado en 1958. El 1 de julio de 1968, Hulleras de Veguín y Olloniego se integró en HUNOSA, que mantendría en explotación el pozo San José hasta 1993. Este grupo se compone de varios edificios, entre ellos una pequeña clínica y viviendas actualmente en total abandono.

Nada más pasar la caseta y antes de llegar a las instalaciones mineras se coge un camino a la derecha de la plataforma y que pasa a la otra ladera del valle, transitando entre los castaños e ignorando cuantos desvíos nos salgan a la izquierda. Esta parte del recorrido es la que se asienta por el antiguo camino romano conocido como el Carril de los Moros.

El camino prácticamente es llano hasta que da un giro a la derecha, donde asciende en busca del fondo de la vallina en la que hemos entrado. Cruzamos un pequeño reguero encontrándonos con una cartel que dice "Monte de Olloniego, Propiedad privada". Seguimos casi en llano encontrándonos, poco después con una original portilla hecha con un somier, en el lugar conocido como "La Campona", para salir del bosque, en el Cantu de Casares desde donde tenemos una bonita vista de OLloniego.

Llegamos a un cruce donde seguimos por el camino de la izquierda que asciende ligeramente y que nos lleva en un corto trecho al Alto del Padrún. Al llegar a la carretera AS 242 la ruta gira a la derecha continuando por la carretera que se dirige a Valmurian y a Vegalencia en el concejo de Ribera de Arriba. En este punto es donde el GR 100.1 se desvía del GR 100 y del Camino de Santiago, debiendo seguir por la carretera hacia Valmurian de Arriba. Abandonamos la carretera cogiendo un desvío que nos sale a la izquierda, un poco antes de llegar a una cantera, introduciéndonos en el Valle del Caudal en dirección a la Teyera, y a Valmurian. Al llegar a la Teyera enlazamos con la ruta de LLagos donde seguimos por la carretera que desciende hacia Valmurian de Arriba. Seguidamente se llega por un camino hormigonado a Valmurian de Abajo. Después de pasar la última casa nos sale un sendero cubierto de maleza a la izquierda que desciende fuertemente, primero entre prados, y después flanqueado de castaños, que nos lleva a Baiña.

Los tesoros de Baiña. En esta localidad encontramos el palomar, una de las construcciones más antiguas del concejo de Mieres, muestra de la arquitectura rural de la comarca que data del año 1565. Está situado en lo alto de un promontorio en las Cuestas de Baíña y es lo único que queda del palacio de la familia Fernández-Ladreda.

Es una edificación de piedra, de planta circular formada por tres niveles. La parte baja estaba dedicada al ganado, en el nivel intermedio se encuentra el palomar, y la parte alta coronada por una cúpula de piedra.

Por su particular radicación bien pudiera tratarse de una atalaya militar, concebida como punto de vigilancia desde la que se divisa con precisión el largo valle surcado en la actualidad por la carretera hacia León (N-630)

Descendemos hacia el fondo del pueblo, donde giramos a la izquierda caminando hacia la carretera de acceso al pueblo a la que llegamos después de cruzar las vías del ferrocarril.

Hacia La Pereda y Ablaña. Seguimos por la carretera aguas arriba, ignorando la carretera que nos sale a la izquierda y que nos lleva a la restaurada escombrera de Pumardongo. Seguimos en dirección a la Pereda acompañados por naves industriales primero y luego por la depuradora, hasta llegar al puente que cruza el río Caudal, donde abandonamos la carretera, para cruzar el río y llegar a la Pereda.

Desde la Pereda se continúa hacia la izquierda en dirección a Ablaña, llevando el río Caudal a la izquierda y desde donde vemos la Central Térmica, ubicada en la otra orilla.

Pronto se llega a Ablaña . Al llegar al pueblo giramos a la izquierda en busca del río Caudal, una vez en el se coge el Paseo Fluvial que nos conduce hasta Mieres del Camino.

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