"En su deseo de apaciguar al ala izquierda del laborismo, el premier inglés no tuvo más remedio que condenar el bombardeo de Hanoi. Johnson, el presidente norteamericano, habrá de atenuar su irritación con Wilson, su homólogo británico. Los Estados Unidos necesitan de Inglaterra para defender sus intereses en oriente. No es ya ningún secreto que, en su deseo de apaciguar a sus secuaces del ala izquierda, el primer ministro británico ha provocado la irritación de su poderoso primo anglosajón".