Elena FERNÁNDEZ-PELLO

José Ángel Arbesú, coordinador de Salud Mental del Principado, intervino ayer inesperadamente en el coloquio celebrado en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA con motivo del Día Mundial contra el Suicidio. Arbesú, que sentado entre el público seguía las exposiciones de sus colegas de profesión y del representante de las familias, fue invitado, en el tramo final del acto, a incorporarse a la mesa y exponer su visión del asunto. Contó que "Asturias es la comunidad con mayor tasa de suicidios de España", comparable a la de algunos países nórdicos, y que es también la que más invierte para evitarlos.

El coloquio de ayer estuvo organizado en colaboración con el área de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo-Cibersam y en él participaron psicólogos y familiares de enfermos. Durante la mesa redonda, Daniel Rodríguez, presidente de la Asociación de Familiares de Personas con Enfermedad Mental de Asturias (Afesa-Feafes), abogó por "romper con el tabú del suicidio" y alertó sobre los mitos en torno a él, uno de ellos, puso como ejemplo, pensar que "el que lo hace no avisa".

Rodríguez reclamó atención a los signos previos, a los indicios de suicidio y al tratamiento posterior, y también habló sobre la labor que hacen las escuelas de familia.

Otro de los ponentes invitados fue José María Uncal, psiquiatra, quien analizó el suicidio con la perspectiva que le da su trabajo en el Teléfono de la Esperanza. Explicó que cuando esta conducta aparece puede ser debido a "un fallo interno, a que la persona puede estar debilitada por una enfermedad, o, lo más llamativo, a la depresión, que nos atenaza y nos ahoga".

El especialista diferenció entre las depresiones exógenas, vinculadas a hechos externos, y las endógenas, que según indicó son las que mejor responden a los tratamientos farmacológicos. Uncal detalló en qué consiste el trabajo de los voluntarios del Teléfono de la Esperanza, cómo se forman y el trabajo interno al que se someten, porque, como hizo ver, para ayudar a una persona en crisis hay que estar "en equilibrio" interiormente. También explicó que el impulso suicida es "como una onda expansiva", que hay que detener en un primer momento porque luego va decayendo hasta desaparecer.

La doctora Susana Al-Halabí, psicóloga del Centro de Investigación en la Red de Salud Mental, Cibersam, indicó que cada 40 segundos se produce un suicidio y que es la segunda causa de muerte entre los menores de veinte años. Susana Al-Halabí ha centrado sus investigaciones en los niños y los jóvenes, y asegura que es posible actuar y prevenir las conductas suicidas.

La experta señaló, en sintonía con varios de sus compañeros, que el primer factor de riesgo de suicidio es haber cometido una tentativa. La psicóloga asegura que en los jóvenes en lo que esto ha sucedido el tratamiento mejora su estado mental. Al-Halab hizo un llamamiento a eliminar "el tabú y el estigma" que acompaña a las conductas suicidas.

Pilar Saiz Martínez, presidenta de la Sociedad Asturiana Psiquiatría, dirigió y presentó el acto. Fue ella la que invitó a Arbesú a sentarse a la mesa y a responder a las preguntas del público, resolviendo sus dudas.