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MARÍA VICTORIA ATENCIA | Poetisa, mañana inaugura el curso en la Cátedra Emilio Alarcos Llorach con el recital "El fruto de mi voz"

"El tiempo ha ido haciendo mi obra y mi poesía ha cambiado"

"Soy lectora de todos los jóvenes poetas: están haciendo cosas muy interesantes, sobre todo las chicas"

"El tiempo ha ido haciendo mi obra y mi poesía ha cambiado"

María Victoria Atencia (Málaga, 1931) cuenta que empezó a escribir poesía por amor, a los 19 años. Lo hizo para intercambiar correspondencia con Rafael León, al que reconoce como su maestro literario y del que no se separó hasta hace cinco años, cuando falleció. Mañana estará en la apertura de curso de la Cátedra "Emilio Alarcos Llorach" de la Universidad de Oviedo, que patrocina el Ayuntamiento. El acto tendrá lugar en el Aula Magna del edificio histórico de la Universidad de Oviedo (calle San Francisco), a las ocho de la tarde. Estará abierto a todo el mundo y en él Atencia repasará, en un recital, su fructífera vida poética.

-¿Qué ofrece en su recital?

-He pensado en dar una visión general de mi trabajo, con algunos de los poemas de la primera parte de mi vida y una lectura más detenida de los tres últimos libros. Hablaré sobre los poemas y daré una visión más humana de ellos.

-¿Mostrará su evolución?

-Mi poesía ha cambiado muchísimo, según dicen los críticos. Yo no me siento capacitada para juzgarlo. Han pasado cincuenta o sesenta años de mis primeros poemas, y en ese tiempo somos personas distintas. El tiempo ha ido haciendo mi obra y mi poesía ha cambiado.

-Pasó años sin escribir.

-Escribí dos libros y luego estuve quince años sin escribir. Le ha pasado a muchos poetas conocidos. Cuando lo retomas sales con otra soltura.

-¿Por qué lo dejó?

-Con veinte años, empezaba a leer y no conocía nada, poco más allá de Lorca, Bécquer... Ir descubriendo lecturas te impresiona y eso te hace pararte para leer y buscar esa fuerza.

-La encuadran en la Generación de los 50.

-Yo no he estado dentro de ninguna generación, siempre ha ido por libre. Ahora piensan que soy de la Generación del 60 y yo encantada, lo mismo que si dicen que de los Novísimos. He seguido mi línea. Lo que quería era escribir mejor y hacer buenos poemas. No me importa donde me encuadren los críticos, que piensen que escribo bien o mal, no tengo ansia de ser conocida. Mi afán era escribir buenos poemas, aunque fueran uno o dos y estoy satisfecha: he escrito con mucho agrado toda la vida y he ido aprendiendo de los que tenía alrededor.

-Es usted una de las pocas mujeres poetas.

-Hay muchas y muy buenas.

-¿Sigue a los jóvenes poetas?

-Soy lectora de todos: están haciendo cosas muy interesantes, sobre todo las chicas.

-¿Usted sigue escribiendo?

-No escribo ya, ahora leo.

-No es la primera vez que pasa por la Cátedra Alarcos.

-Estuve en dos ocasiones extraordinarias. No conocí a Emilio Alarcos pero Josefina Martínez, su viuda y directora de la Cátedra, es íntima amiga, si no fuera por ella no viajaría tan lejos. La primera vez que estuve fue en 1987, la segunda con Ángel González. Me ilusiona muchísimo volver.

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