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Tras las huellas de los dinosaurios en la costa oriental (I)

De paseo por la costa jurásica

De paseo por la costa jurásica

El litoral asturiano comprendido entre Gijón y Ribadesella, con más de sesenta kilómetros de largo, se conoce como la costa de los Dinosaurios, ya que en ella abundan huellas y restos óseos de dinosaurios y otros reptiles jurásicos.

En la playa de La Griega (Colunga), se encuentran las huellas de dinosaurio más grandes del mundo y también la huella más pequeña, correspondiente a un dinosaurio cuadrúpedo juvenil del tamaño aproximado al de un perro actual, localizada en un punto de difícil acceso en los acantilados próximos a Tazones.

Durante el periodo Jurásico, los dinosaurios abundaban en esta zona. En aquellos tiempos el clima se volvió cálido y húmedo. Los mares invadieron gran parte de la tierra firme, que se cubrió de una tupida alfombra de musgo.

Los dinosaurios al desplazarse sobre un terreno fangoso o arenoso producían una serie de impresiones o huellas sobre el terreno, denominadas huellas de pisada o icnitas. En algunos casos se pueden apreciar conjuntos de huellas que conforman un auténtico rastro.

Rocas sumergidas en el mar. Durante el Jurásico superior la costa asturiana tenía otra orientación y los paisajes eran muy diferentes a los actuales, muchos más llanos y uniformes. Las rocas de origen marino que durante el Jurásico inferior estuvieron sumergidas en el mar comenzaron a emerger, se mezclaron con los materiales blandos procedentes de la erosión fluvial y crearon un litoral fértil, una tierra nueva donde crecieron grandes bosques de araucarias que sirvieron de refugio y fuente de alimento para los dinosaurios. En aquellos tiempos no existía la Cordillera Cantábrica ni la mayor parte de las sierras del interior, que se formaron mucho después, durante las últimas fases de la orogenia alpina, hace unos 30 millones de años, en la primera mitad del período terciario, cuando también tuvieron lugar los fenómenos geológicos que inclinaron los estratos donde se encuentran las huellas de las pisadas.

La ruta que une La Isla con la Playa de La Griega comienza en la esquina izquierda del arenal de la Isla, desde la misma playa se puede ver el pueblo de Caravia, en la lejanía. A a la derecha, y justo detrás, están la Sierra del Sueve y los Picos de Europa. Salimos desde la iglesia de la playa de la Isla y subimos por una pequeña escalera al muro que limita la finca "La Garita", fechada en el año 1.953. Continuamos por la costa hasta un área donde un área de descanso invita a contemplar el paisaje de mar y montaña, que desemboca en un pequeño sendero, el cual va casi pegado al acantilado, siguiendo los recovecos. A unos 200 metros. el camino se tuerce hacia el interior, hacia el barrio El Barréu. Allí nos encontramos una carretera asfaltada, con una fuente.

Hacia La Raposera. En este punto debemos girar a la derecha hasta encontrar un paso entre el muro o continuar por la carretera unos metros. Una vez pasada la finca-chalet "El Tejo" hay unos contenedores. Si salimos a mano derecha frente al Instituto Escolar Francisco Carrillo la pista asfaltada se convierte en senda y nos lleva a la orilla de la costa cerca del entrante de La Huelga.

Eucaliptos, higueras y pinos. En La Raposera se observan eucaliptos y a lo largo del recorrido hay pinos, higueras, frutales aislados. Según vamos hacia el oeste, los acantilados incrementan su altura pudiendo contemplar al fondo el pueblo pesquero de Lastres y hacia atrás la majestuosidad de la Sierra del Sueve donde se divisa la cruz que corona el Pico Pienzu.

El hábitat de los calamares gigantes. Seguimos con precaución el sube y baja por la senda encorsetada entre los helechos y zarzas por un lado y la barandilla de madera junto al acantilado por el otro, hasta que nos encontramos con una mesa con bancos donde podemos descansar para contemplar el paisaje, y aprovechar para escudriñar las olas en busca de delfines u otras especies de cetáceos que se dejan ver por esta aguas. Tal vez con un poco de suerte incluso exista la posibilidad de divisar el cuerpo flotante de alguno de los míticos calamares gigantes "kraken", que alguna vez han sido hallados varados en este área de la Costa del Jurásica Asturiana.

Un agradable itinerario hasta Huerres. Desde aquí podemos divisar al pueblo de Huerres a la izquierda a la vera de un monte de eucaliptos. Al cabo de un trecho en una ligera subida nos sale a la izquierda un ancho camino que nos lleva al pueblo de Huerres. Es en este cruce donde el camino se une al PR AS 196 "Los misterios del mar" que parte de la bella localidad de Huerres.

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