Dos hosteleros del polígono industrial Espíritu Santo y de La Corredoria comenzaron ayer de la peor forma posible su jornada laboral. Los ladrones habían forzado la entrada y se habían llevado el dinero que habían encontrado, es decir, la recaudación de las máquinas tragaperras y lo poco que habían dejado en la caja: unos 1.500 euros en cada establecimiento.

La Policía Local recibió la primera llamada hacia las 5.40 horas de la mañana. Era un camarero de la cafetería Cafespir -delante de la sede de Transportes Unidos de Asturias (TUA)- que se encontró con la persiana rota al entrar a trabajar. La noticia se extendió rápidamente en la zona porque esa también es la hora de entrada de los empleados de transporte. Según el dueño del local, Ginés Lantarón, los ladrones forzaron el cierre, las máquinas de juegos de azar y la caja registradora. Calcula que en las tragaperras habría unos 1.500 euros, que es la recaudación de una semana. Mientras que sabe a ciencia cierta que de la caja sólo pudieron coger "tres billetes de cinco euros" porque no había más.

La brigada Científica de la Policía Nacional acudió más tarde al lugar para investigar, aunque la ubicación exacta del segundo establecimiento asaltado no ha trascendido y los afectados se encontraban interponiendo en la comisaría las denuncias de robo con fuerza al cierre de esta edición.

La cafetería ubicada frente a TUA lleva diecinueve años abierta y la primera vez que sufrió un robo fue hace dieciséis años. "Entraron unos chavales, recibimos el aviso y les pillamos 'in fraganti'. Quedó claro que no nos esperaban porque cuando llegamos estaban comiéndose un bizcocho de la barra tan tranquilos", explica el propietario. La segunda vez que los ladrones visitaron este local fue hace catorce años: "Aquella vez entraron por el método de alunizaje. Empotraron un coche contra el escaparate y curiosamente no se llevaron nada importante, aunque el destrozo que nos armaron fue tremendo".