Algo más de un centenar de carritos de la compra llenos de alimentos fueron entregados ayer por la Hermandad de los Estudiantes a la Cocina Económica. Una gran caravana, que partió de El Corte Inglés, en la calle Uría, con la Agrupación Musical San Salvador a la cabeza tocando alegres villancicos, un año más causó sorpresa y emoción a los miles de personas que el desfile solidario se encontró a su paso.

A las puertas de la Cocina Económica se encontraba para recibir a los Estudiantes, como siempre, sor Esperanza, hermana de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl (premio "Príncipe de Asturias" de la Concordia 2005), y encargada de la Cocina Económica. Y lo hizo como siempre, alegre y agradecida. "En cada uno de estos carros hay mucha solidaridad, y eso nos emociona a todos. Lo valoramos y damos gracias a Dios porque pone en nuestros corazones el deseo de que el mundo sea mejor para todos y que nos ayudemos los unos a los otros", comentó con emoción sor Esperanza.

Entre las más del centenar de personas que empujaban los carros, dos concejales del PP del Ayuntamiento de Oviedo y hermanos de los Estudiantes, Agustín Iglesias Caunedo y Gerardo Antuña.

El hermano mayor de la Hermandad de los Estudiantes, Ramón de Cangas, fue el encargado de hacer formalmente la entrega de los carros con alimentos a la Cocina Económica. "En estos tiempos de materialismo e insolidaridad, en el medio del mundo están las hermanas de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que son un ejemplo para todos nosotros", afirmó mientras agradecía a todas las personas que colaboraron en la "operación Carretilla" su generosidad y entrega, al tiempo que recalcaba que sin la colaboración de El Corte Inglés hubiera sido imposible realizarla.

Y todo empezó hace ocho años con sólo una carretilla subiendo por la cuesta de la Vega desde la sede canónica de la Hermandad de los Estudiantes, con la Agrupación Musical San Salvador abriendo el paso, recordaba ayer Iván Zapico, "mientras algunas personas se reían de nosotros". Pero con la fuerza que da la ilusión y la fe llegaron hasta ayer. Y, además, los Estudiantes tienen cuerda para rato.