La Corriente Sindical de Izquierdas (CSI), el sindicato mayoritario en el cuerpo de Bomberos municipal, denunció ayer que serán los operarios del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) los que "velarán ahora por el estado de conservación de los hidrantes (bocas de incendio del municipio" en lugar de la empresa Aqualia.

Para Miguel Ordóñez Lorenzana, delegado de Prevención del Ayuntamiento de Oviedo y delegado de la CSI, esta medida se trata de la "penúltima ocurrencia gloriosa" del jefe de Bomberos. Y es que Lorenzana señala que tal cometido es "una exigencia legal y formal" que aparece en el pliego de condiciones de contrato que tiene suscrito el municipio con Aqualia, empresa que tiene la concesión del servicio de aguas de la ciudad.

Lorenzana, en una nota de prensa, considera que esta decisión se debe para "exonerar" de responsabilidad a Aqualia del estado de los hidrantes. Y es que CSI lleva denunciando desde el incendio de un edificio en la calle Uría, en el que falleció un bombero, el mal estado de las bocas de incendio.