"Yo soy hijo y nieto de esa gleba de perdedores, aquellos a los que el poder arrinconó en ese tramo de la historia". El periodista, escritor y cantautor Avelino López Díaz cuenta en "Lápiz de trazo grueso" una historia de la posguerra española en las cercanías de Oviedo, un relato que tiene mucho de autobiográfico, hecho sin rencor, y que a la vez rinde homenaje a quienes se vieron sumidos en la pobreza y el deshonor por haber defendido sus ideales.

Así lo explicó ayer López en la presentación del libro, en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, donde le acompañó el historiador y profesor Ramón García Piñeiro, que realizó un profuso repaso por la literatura basada en la guerrilla y en las historias surgidas al hilo de la Guerra Civil.

Al libro de López lo comparo con "Luna de lobos", la conocida obra de Julio Llamazares, escrita en 1985, que se centra en la peripecia humana de los combatientes republicanos que, en los años inmediatamente posteriores a la guerra civil española, resistieron en los montes.

"Los niños de la posguerra española, de los que se nutre este relato, no se diferencian mucho de los que hoy acampan sin rumbo fijo por los campos de refugiados", señaló López. "Así son las guerras civiles, de las que siempre salen perdedores los mismos, pobres y desvalidos, y donde sacan partido los ricos y poderosos", añadió el escritor.

El libro tiene como protagonistas centrales a un veterano republicano, que fue guardia de asalto y acabó sus días como ebanista, y a un niño de corta edad que le visitaba en su taller.

Avelino López Díaz, un agitador de conciencias", según le definió García Piñeiro, realiza un relato que mezcla la ficción con datos rigurosos de lo que pasó en aquellos años.