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Una pluma que no envejece

Aida Muñiz acaba de publicar el libro "Vivencias de una niña de la posguerra" a los 84 años y está preparando otro con 125 poesías escritas a lo largo de su vida

Aida Muñiz, con su libro, en la terraza de su vivienda de Ciudad Naranco. JULIÁN RUS

Si está en la cama y las musas visitan su piso de Ciudad Naranco, se levanta al ordenador y convierte las ideas en palabras para que no se le escapen. Con esa energía trabaja a diario Aida Muñiz Iglesias, que a sus 84 años acaba de publicar su primer libro -bajo el título "Vivencias de una niña en la posguerra"- y prepara otro con una selección de 125 poesías escritas por ella a lo largo de su vida. "Siempre he estado enamorada de la literatura y mi pasión ha sido escribir. Cuando estaba interna les pedía al resto de niñas todos los libros que tenían para devorarlos. Era una época de muchas necesidades y los cambiaba por naranjas. Ellas pasaban hambre de comida y yo de lectura", asegura la escritora, que terminó el Programa Universitario de Mayores de la Universidad de Oviedo a los 73 años con un currículum brillante. "Al finalizar los estudios me recibí el diploma en Poesía y Literatura Española", rememora.

"Vivencias de una niña en la posguerra" es la historia de Aida Muñiz, desde su temprana infancia hasta que contrae matrimonio en el año 1956 con Santiago Martínez, "guarda jurado de Almacenes Al Pelayo". A pesar de que su producción literaria es bastante prolífica, la escritora de Ciudad Naranco nunca había publicado nada, pero este libro se lo debía a su madre. "Lo tenía escrito hace tiempo y quería hacerle un homenaje por todo lo que luchó para sacarnos adelante a mí y a mi hermana. Se quedó viuda antes de la guerra, cuando tenía 27 años y yo tenía tres", señala.

Precisamente en ese punto de la vida de Aida comienza su historia, hablando de la muerte. "El libro empieza con el recuerdo de aquella imagen de mi padre muerto que tuve que ver cuando era una niña pequeña. Sufrió un accidente cuando vivíamos en Riosa y lo traían en una escalera de madera que hacía de camilla", recuerda. Después, sola en Riosa con su madre y su hermana, comenzaron las "penurias" que relata en el libro. "Cuando terminó la guerra vinimos a vivir a Oviedo. Dormíamos las tres en una habitación de un piso que compartíamos con otras tres familias. Estaba en la Tenderina baja y la llamaban la casa del patatero", explica Aida Muñiz, que en su obra también describe la vida cotidiana de aquel Oviedo de posguerra.

"Cuando cogimos el tifus tuvimos que ir internas al colegio Amor Misericordioso de Colloto. Mi madre pagaba 60 pesetas al mes por nosotras, un dineral para la época, pero las monjas no nos atendían bien. A mi hermana sólo le daban agua con eucalipto y no la comida que encima nos dejaba mi madre una vez por semana", relata Muñiz.

A la autora le fue mejor "con las monjas de la Caridad", la orden que gestionaba la Residencia Provincial de Niñas, "en lo que hoy es el Hotel de la Reconquista", otro centro en el que las hermanas estuvieron internas ocho años. "Allí estuvimos hasta los 17 años", explica.

Aida Muñiz ya destacaba por entonces entre sus compañeras de clase. "Me llamaban 'la Cervantes' porque estaba todo el día leyendo. Era de las 'listejas', la verdad", asegura la escritora de Ciudad Naranco.

Y es que Aida Muñiz era tan "listeja" que escribió su primera poesía a la edad de ocho años. "Fue cuando mi madre me dejó por primera vez sola en el colegio en el que estuvimos internas por primera vez. La poesía se titula 'Adiós mamá' y todavía la tengo", afirma la mujer antes de comenzar a recitar de carrerilla las primeras estrofas de una composición infantil cargada de sentimiento. Muñiz tiene esa poesía porque ha guardado celosamente todas las que ha compuesto a lo largo de su vida, escritas a mano y en cuidados cuadernos. Ella dice que son más de quinientas. "A través de la poesía trato de contar mi vida y la de mi familia. Es un medio a través del que me gusta mucho expresarme", asegura la mujer.

"Vivencias de una niña de posguerra" ya se vende en la librería Reconquista de Ciudad Naranco, el mismo lugar en el que será presentado oficialmente el próximo martes a las siete y media de la tarde. "Sólo lleva unos días en la tienda y me dicen que se está vendiendo muy bien. Mi idea, evidentemente, no es ganar dinero con esto, pero igual hay que imprimir más si a la gente le interesa", sentencia Aida Muñiz.

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