El colegio Carmen Ruiz-Tilve, como es habitual, tomó ayer las calles que rodean el centro para invitar a todo el barrio a unirse a su fiesta de carnaval. Una celebración que corrió el riesgo de no celebrarse por un error administrativo que provocó que el Ayuntamiento denegase en un primer momento el permiso para cortar las calles y desfilar por La Corredoria. Las reclamaciones de los miembros del AMPA provocaron la reacción del gobierno local que, con un informe favorable de la Policía, enmendó el error burocrático y permitió que los niños luciesen sus disfraces por la zona ante la mirada de los vecinos.