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El Arca Santa se restaurará en un taller secreto en el interior de la Catedral

El material y el instrumental para equipar el recinto llegarán a Oviedo el día 15 y la reliquia empezará a desmontarse la semana siguiente

en el corazón de la catedral. MIKI LÓPEZ

El Arca Santa, el cofre de madera, que luego fue revestido de plata y en el que reliquias como el Santo Sudario llegaron a Oviedo escapando de las invasiones musulmanas, será restaurado en un taller habilitado en un lugar secreto del interior de la Catedral. La semana que viene, el 15 de marzo, llegarán a Oviedo el material y el instrumental con el que se equipará el recinto y a la semana siguiente, hacia el día 20, está previsto que los profesionales a los que el Cabildo ha encomendado la restauración comiencen a desmontar la reliquia.

Paz Navarro, restauradora del servicio de Conservación y Restauración de Obras de Arte y Patrimonio Arqueológico y Etnográfico del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), supervisará los trabajos. La restauración ha sido encargada a una empresa especializada, de ámbito nacional, la única que reunía en este momento a todos los profesionales y equipos necesarios para llevar a cabo una intervención tan delicada, según Paz Navarro.

La restauración del Arca Santa, que asume el Cabildo con sus propios fondos, es de tal complejidad que requiere una plantilla multidisciplinar: un orfebre especialista en platería, un restaurador, un carpintero, un gemólogo y dos historiadores, uno de ellos experto en paleografía islámica porque en el cofre hay inscripciones con caracteres cúficos.

No ha sido fácil hacer coincidir a todos los profesionales que requiere el proyecto y de hecho, según Navarro, "si la restauración no ha empezado antes es porque muchos estaban ocupados".

No trabajarán todos a la vez. Sólo el platero y el restaurador lo harán simultáneamente y por un espacio largo de tiempo. El resto irán pasando por el taller a medida que se vaya avanzando en la reparación. Además, un fotógrafo documentará el proceso y un químico del Instituto de Patrimonio viajará a Oviedo y tomará "micromuestras" del arcón, que serán analizadas en sus laboratorios en Madrid.

Paz Navarro visitará regularmente Oviedo para supervisar la marcha de la restauración. El Instituto de Patrimonio Cultural ha redactado el proyecto y está al frente de la dirección técnica y el control de los materiales.

El montaje del taller donde se llevará a cabo el trabajo es una tarea compleja. El espacio donde los restauradores se esforzarán por devolver el esplendor al Arca Santa durante los cuatro meses y medio que está previsto que dure la rehabilitación, dispondrá de zonas diferenciadas: una para el platero y otra para el carpintero. Los suelos estarán protegidos, habrá que instalar armarios y cajoneras especiales en las que almacenar sustancias tóxicas. También contará con maquinaria.

El secretismo sobre el lugar en el que se llevará a cabo la restauración del Arca, con acceso y visitas muy restringidas, responde a razones de seguridad, para evitar robos. Es lo habitual en estos casos y en la Catedral de Toledo, cuya Custodia ha sido restaurada por el IPCE recientemente, los empleados tuvieron que firmar previamente una cláusula de confidencialidad.

Simultáneamente a la intervención directa sobre la pieza, el Instituto de Patrimonio Cultural llevará a cabo una labor exhaustiva de documentación, tanto técnica como historiográfica y artística. Cuando la restauración acabe los técnicos del Instituto continuarán trabajando, al menos durante mes y medio más.

Los profesionales del Instituto han llevado a cabo pruebas previas a la restauración y han detectado importantes daños en la madera y el revestimiento metálico del Arca Santa, mayores de lo que inicialmente se pensaba.

Los más graves son los que la reliquia sufrió a consecuencia de la voladura de la Cámara Santa en la Revolución de Octubre de 1934. La madera "está muy alterada" y "descohesionada" y las placas de plata presentan "alteraciones mecánicas", producidas por golpes o impactos.

Si los plazos se cumplen el Arca Santa estaría de vuelta en la Cámara Santa a mediados del mes de julio. El Cabildo intentó que las obras comenzaran antes, para que la reliquia estuviera en su sitio antes de que comenzara la temporada alta de peregrinaciones, que se concentran en Semana Santa y sobre todo en verano. La redacción del proyecto, los trámites burocráticos y las dificultades para encontrar a los profesionales adecuados lo impidieron.

El Arca será desmontada, levantando no solo algunas de las placas de metal que recubren la madera sino todas, y acometiendo la ejecución de la reparación por partes: primero la cubierta y luego el cuerpo.

El Cabildo quiere que en cuanto la tapa haya pasado por el proceso de restauración vuelva a exponerse en la Cámara Santa, aunque el resto del cofre continúe reparándose en el taller. Su intención es que el espacio de la Cámara Santa que ocupa el Arca permanezca vacío el menor tiempo posible.

Los responsables de la Consejería de Cultura durante la pasada legislatura habían prometido hace tres años al Cabildo de la Catedral acometer la restauración del Arca Santa. Adquirieron ese compromiso tras la rehabilitación de la Cámara Santa, pero sin embargo no llegaron a ejecutarla. El entonces director general de Patrimonio, Adolfo Rodríguez Asensio, había declarado públicamente que consideraba aquel "un buen proyecto" y la consejera de Cultura, Ana González, manifestó su voluntad de que se ejecutara antes de que acabara su mandato.

Finalmente, ante la inoperancia del Ejecutivo regional el Cabildo decidió hacerse cargo de la restauración y solicitó a los responsables del Instituto de Patrimonio Cultural, un organismo que depende del Ministerio de Cultura, que se hiciera cargo de la redacción del proyecto. La Dirección General de Patrimonio Cultural, que dirige Otilia Requejo, colabora ahora en su ejecución.

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