Muchos de los vecinos de la antigua Fernández Capalleja aún no saben a ciencia cierta el nombre de la calle en la que residen. La aplicación de la Ley de la Memoria Histórica para eliminar las referencias franquistas del callejero de la ciudad ha montado "un buen lío" en la zona, donde la mayoría de los portales han pasado a formar parte de la nueva calle -dedicada a la escritora asturiana María Xosefa Canellada- y algunos otros se han integrado en la cercana Evaristo Valle. "Además del nombre también nos han cambiado los números de los portales. Nos han enviado alguna documentación con las nuevas direcciones, pero hemos acudido al Ayuntamiento porque había puntos que no estaban claros y nos dimos cuenta de que los que no lo tienen claro todavía son ellos. Aún no sabemos ni en la calle en la que vivimos. El otro día vino la cartera y se volvió loca para encontrar las casas", explica María Olvido Torres Hevia.
La que sí lo tiene nítido es Cristina Díaz. Ella vive en los bloques de los Económicos -antiguas viviendas de los trabajadores de la empresa de transporte- y fue quien capitaneó la lucha para evitar que el Ayuntamiento dividiese a la barriada en dos calles diferentes. La antigua Fernández Capalleja estaba formada por catorce portales que se repartían entre la calle principal (del portal 1 al 10) y una paralela peatonal, ubicada tras esos bloques, en la que hay otros cuatro portales. El Consistorio pretendía dejar a los diez primeros números de la barriada en María Xosefa Canellada y al resto integrarlos en Evaristo Valle. Pero la movilización vecinal hizo que los responsables municipales cambiasen de opinión. "Después de mandarles un escrito a todos los partidos políticos y de explicarles nuestras razones conseguimos que entrasen en razón y todos los portales de los Económicos ya estamos en la misma calle", dice.
Pero María Olvido Torres vive en unos pisos de construcción más reciente, ubicados en una zona paralela a esa peatonal en la que están los últimos cuatro portales de la barriada. Esos vecinos, que antes también formaban parte de Fernández Capalleja, pasan a integrarse en Evaristo Valle y, por lo tanto, a cambiar de número. "Estamos muy descontentos con el cambio. Lo único que va a traer son trastornos para los vecinos", subraya la mujer.
Noelia Clavero tiene una peluquería en la zona desde hace 14 años y ni siquiera sabía que su negocio ya se encuentra en María Xosefa Canellada. "No sabía que ya se había hecho el cambio, pero lo que tengo muy claro es que para nosotros va a suponer un engorro. Vamos a tener que cambiar la dirección fiscal, las tarjetas, avisar a los proveedores... A mí, Fernández Capalleja nunca me recordó al Franquismo y no entiendo para qué cambiaron el nombre", explica.
Otro de los veteranos de la calle es Ramón Martínez, que lleva la friolera de 56 años en los bloques de los Económicos. "Primero metieron a unos portales en la calle nueva y al resto en Evaristo Valle, después dieron marcha atrás... Para lo único que sirve el cambio de nombre de las calles es para revolver las cosas, no aporta nada más a la ciudad", sostiene. "Además de eso también supone un gasto de dinero para los vecinos, que tenemos que costear los trámites burocráticos que hay que hacer para ponerlo todo en regla. Tendrán que ser los políticos los que costeasen todo ese papeleo", afirma. Su hermano Constantino Martínez lleva muchos años viviendo en México, pero ahora va a pasar una temporada larga en Asturias y se ha empadronado en el barrio en el que creció cuando era joven. "En mi carnet de identidad español ya pone María Xosefa Canellada", explica mostrando el documento. En su opinión, "los vecinos ya están acostumbrados a Fernández Capalleja y no debería cambiarse sin consultarles".
María Obdulia Obeso recuerda que la calle se llamaba anteriormente Prolongación de Fray Ceferino y que fue con Gabino de Lorenzo cuando se le puso Fernández Capalleja. A ella no le hace ninguna gracia. "Hay otras cosas que arreglar en Oviedo antes que cambiar las calles. Ya nos habíamos acostumbrado y ahora vuelven a cambiarnos el nombre", señala la mujer.
