Luis Alberto Iglesias es uno de los socios de "El arte de presentar", una agencia integral de comunicación establecida en Madrid hace diez años con trabajo por toda España y especializada en mejorar la comunicación. Ayer pronunció la conferencia inaugural del primer encuentro de empresarios del norte de España "Revolution", que celebran en Oviedo las asociaciones de jóvenes empresarios y Oviedo Emprende.
- ¿Cuáles son las claves para comunicar mejor?
-Hemos hablado de varias. De lo que se trata es de dar la información suficiente para aumentar el interés por el producto y estimular el deseo por conocer más sobre él. Y no sobrecargar. Se trata de salir un poco del "vengo a vender mi libro".
- ¿Para llegar adónde?
-Al "a mí qué". Se trata de influir en los aspectos de los beneficios que le supone al cliente. ¿Ahorro dinero con esto? ¿Gano tiempo? Nos perdemos mucho en los detalles técnicos y a veces los beneficios para el cliente no son tan obvios. Estamos tan enamorados de lo que vendemos que no pensamos desde lo que le motiva al cliente.
- ¿Desaconseja los Powerpoint?
-Depende de para qué y depende de cómo los hagas. Hay algunas presentaciones sobrecargadas, feas, llenasd de datos, que más que aumentar el interés y la aceptación generan rechazo y el síndrome del "señor llévame pronto". Es una herramienta útil, pero hay que utilizarla bien y para lo que sea necesario. Para otras situaciones, no. Reinvidico la eficacia de la oratoria a pecho descubierto. Tú solo con tu palabra y a lo mejor una muestra de tu producto o un folleto. Hay que vacunar a la gente de esa idea de que hablar en público significa utilizar un PowerPoint.
- O ir a vender un proyecto con un iPad.
-Entre otras cosas porque la comunicación tienes que ser tú y tu mensaje. Si centras la comunicación en el iPad, el cliente mira la pantalla, no te mira a ti. Y al final no compras a una pantalla, compras a un ser humano.
- ¿Qué piensa de las charlas TED?
-No es especial. Tienen unas reglas que son las que han funcionado toda la vida: mantén atento a tu público, sé ameno, ensaya, no te pases de tiempo, no aburras... TED es un éxito con una fórmula más antigua que las montañas. Pero, aviso, las charlas tipo TED tienen su lugar, pero no todas las reuniones de empresa pueden ser así.
