Con una gran ovación recibió en la tarde noche de ayer el público ovetense al Coro de niños de Windsbach, protagonista principal de la última jornada ofrecida dentro del ciclo los Conciertos del Auditorio. Y los rapaces, estos jóvenes prodigiosos, respondieron al cariño del respetable con un gran concierto que ya desde sus primeros compases, cuando interpretaron de forma muy brillante el "Gloria in excelsis", instaló a los asistentes precisamente ahí: en la gloria.

En vísperas del concierto ya se preveía que la cita sería una auténtica fiesta para los amantes de la música barroca interpretada con instrumentos históricos, de la música litúrgica o de la obra de Johann Sebastian Bach. No era para menos: Oviedo iba a recibir a una de las agrupaciones de interpretación historicista más destacadas del panorama internacional, la Akademie für Alte Musik Berlin, junto a ellos el Coro de niños de Windsbach y solistas de la talla de Nuria Rial, Rebecca Martin, Markus Schäfer y Thomas Laske. Todos unidos bajo la dirección de Martin Lehmann para interpretar una de las composiciones cumbres del barroco alemán, como lo es la "Misa en si menor de Bach". Ante tal plantel, a nadie resultó extraño que el Auditorio registrase lleno.

La "Misa en si menor" de Bach es una obra exigente para todos los intérpretes, por ello llamó especialmente la atención la calidad y la disciplina del Coro de niños Windsbach, de edades comprendidas entre los 8 y los 17 años. No es para menos, porque a pesar de su corta edad desempeñaron un trabajo totalmente profesional.

Lehmann ofreció una versión muy personal de la pieza de Bach, con algunos momentos bastante rápidos. Entre los intérpretes destacó la soprano española Nuria Rial, que hace poco más de una semana inauguraba el ciclo de la Primavera Barroca, y que continúa ofreciendo una gran calidad vocal y un modo de cantar en la línea de lo que exige hoy en día la interpretación historicista, sin apenas "vibrato" y con una marcada dicción. También gustaron al auditorio el tenor Markus Schäfer y especialmente el barítono Thomas Laske, que cuenta con una voz redonda.