Dentro del repaso a los dos años de nuevo gobierno en el Ayuntamiento de Oviedo que realiza LA NUEVA ESPAÑA, hoy habla el líder de la oposición y exalcalde Agustín Iglesias Caunedo, reelegido presidente de los populares ovetenses la semana pasada con el 97% de los votos.
- Balance de dos años de nuevo gobierno municipal.
-¿Es el clima político mejor hoy que hace dos años? No. La situación de la ciudad, tampoco. La mayoría de los ovetenses, según las encuestas del propio tripartito, consideran que su gestión es mala o muy mala.
- ¿Usted las conoce?
-Sí.
- ¿Qué evolución le augura a este gobierno?
-Mientras no haya un cambio en el planteamiento político no va a haber un cambio. Y la agenda política del tripartito no está presidida por la voluntad de resolver problemas. Está dirigida a mantener la crispación, porque entienden que ese es el clima donde pueden obtener mejores resultados electorales.
- ¿Piensa que estas candidaturas no se hicieron pensando en gobernar ni las suyas en estar en la oposición?
-Ellos siguen haciendo oposición a la oposición. El tripartito carece de programa de gobierno y agenda común de ciudad. No tienen un discurso de gobierno, de sumar, ni interno ni externo. Han fracasado en el liderazgo burocrático y en el social, con otros partidos y con la sociedad.
- ¿Y su lista?
-Hay muchos concejales nuevos que han necesitado unos meses para ir adquiriendo el oficio de la vida municipal. Pero estar preparados para gobernar facilita la oposición. Dominan las áreas y conocen la ciudad.
-¿Por qué delega tanto en ellos en los plenos?
-Entiendo la política como algo coral. Y el PP tiene concejales especialistas en muchas de las materias que se debaten en el pleno. A veces prefiero sacrificar la electricidad de la réplica por el rigor de la exposición.
- ¿Qué papel hará el PP en estos dos años que quedan?
-La aritmética es la que es, y el PP, con 11 concejales, no tiene opción de formar mayoría. Más, en un escenario dual en el que el tripartito aplica el rodillo. El PP quiere construir un modelo de ciudad no excluyente, porque lo más preocupante es la fractura que se está provocando entre la acción municipal y lo que la gente pide en la calle. Las reivindicaciones vecinales están fuera de la agenda del tripartito.
- ¿Por ejemplo?
-En Oviedo ha dejado de hablarse de futuro, de proyectos, de ideas. ¿Dónde está todo lo que iba a aportar a la ciudad la Fundación de Cultura? Aparte de la reducción presupuestaria, del clima laboral...
- Se ha remunicipalizado el servicio de Recaudación.
-Creo que fue Cánovas del Castillo quien dijo que en política se trata de dejar las cosas mejor que como las habías encontrado. Yo no tengo ningún prejuicio hacia ningún modelo de gestión, pero se ha adoptado una decisión careciendo de cualquier tipo de análisis objetivo de la situación. El modelo vigente antes funcionaba bien. Ahora, sin olvidar las sentencias que se han perdido, hemos firmado un convenio con Principado que resta capacidad al Ayuntamiento. Tenemos menos información de lo que recaudamos ahora que hace seis meses. Y no sabemos si se está haciendo mejor o peor.
- Pero la oposición del PP ¿no parece limitarse a esperar que pase el mandato?
-En 24 meses no he recibido ni una sola llamada del Alcalde. Eso descalifica al señor López. El no quiere ser el alcalde de todos, sólo de los suyos. El PP aspira a construir una nueva mayoría. Y estamos trabajando día a día para ello. Pero hay una obsesión en el tripartito de expulsar de la vida pública todos los que no piensan como ellos. No quieren que el PP forme parte de ningún consenso en el Ayuntamiento. Lo llamativo es que con los focos apagados son muchos los concejales del equipo de Gobierno, y no sólo de un grupo, los que critican el sectarismo de Podemos. Y verbalizan que para ellos sería fácil y normal alcanzar acuerdos con el PP. Pero cuando se encienden los focos el discurso cambia e impera el silencio cómplice, el miedo el qué dirán las bases.
- ¿Cómo ve, por separado, a los miembros del gobierno?
-Izquierda Unida se ha diluido, ha perdido su identidad en el tripartito. El Partido Socialista está entregado a mantener el gobierno a costa de aguantar día tras día las provocaciones de los concejales de Podemos, que son los que realmente marcan el ritmo de gobierno.
- ¿Y el Alcalde? Ustedes le acusan a la vez de ser marioneta y culpable de todo.
-Es que es como el demogorgon de la serie "Stranger Things", con dos comportamientos. Por un lado su obsesión de permanecer vivo, de ser Alcalde, de aguantar, pero por otra, tiene una frustración y un rencor que le lleva a tratar de causar daño siempre que tiene oportunidad. Es sumiso cuando no se atreve a defender el Premio Princesa pero luego, con desastres como el del Asturcón, lidera él la acción municipal. Entiendo que esté frustrado, después de tantos años tratando de ser candidato y recibir ese castigo en las urnas. El mensaje que recibió fue claro: vete a casa, no te queremos.
- ¿Y Ciudadanos, no hay sintonía en la oposición?
-No se puede analizar a Ciudadanos como una organización. Porque no lo es. Cada persona vinculada con Ciudadanos tiene una opinión distinta sobre cada tema que pasa por el Ayuntamiento. No hay un rumbo. En el PP tenemos un rumbo trazado y el liderazgo es el que es, se sabe y se respeta. En Ciudadanos, no. Les pasas un poco lo mismo que con en el tripartito, que al final no sabes con quién hablar.
- Fracasos y logros de este gobierno.
-El mayor fracaso es la incapacidad para generar ilusión y para resolver problemas. El logro es haber cambiado los discursos cuando han llegado al gobierno. Recuerdan al PSOE del 78 y su salto al sí a la OTAN y la UE. En la oposición, el PSOE descalificaba la política social del PP y en en 24 meses de gobierno la han mantenido. El proyecto estrella del tripartito, "el Oviedo de las personas", es nuestro.
- ¿Qué lectura saca de su reelección al frente del PP local con el 97% de los votos?
-El PP es una organización cohesionada, que ha crecido mucho y se ha rejuvenecido. Gran parte de las personas que habían perdido confianza en el PP la están recobrando. Quiero liderar esta ciudad y muchas personas cuentan conmigo.
- ¿No le preocupa seguir investigado en el caso Aquagest?
-Los plazos de la justicia en España son los que son y la lentitud del proceso está siendo aprovechada políticamente por algunos.
- ¿Pero no es un problema de cara a ser candidato?
-Estoy convencido de que llegaré habiendo sido declarado inocente, porque lo soy, y que se hará público. Eso no me quita las descalificaciones que he soportado durante estos meses y sigo soportando y la estrategia de la calumnia por parte del tripartito.
- ¿Cuál es su estrategia ante esa situación?
-Cuesta creer que la política de una ciudad no gire en torno a resolver los problemas de esa ciudad sino en tratar de destruir a una persona, en silenciarme. Tengo claro que no me van a callar, no van a callar al PP. Saben que si hubiera elecciones mañana el PP sería el partido mayoritario una vez más. Sabe que el PP está mejor hoy que en 2015.
