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ROSA MONTERO | Escritora y periodista, mañana pronunciará la conferencia "La luz de las palabras" en la Cátedra Emilio Alarcos Llorach

"Nunca me he sentido orgullosa de ser española, no es más que un maldito accidente"

"Susana Díaz ha engrandecido a Pedro Sánchez con los malos modos que ha mostrado tras perder las primarias"

Rosa Montero. LUISMA MURIAS

Rosa Montero se confiesa temerosa por tanto premio a su trayectoria como anda recibiendo últimamente. Dice que ya le queda poco. Ayer, desde Málaga, respondía telefónicamente a las preguntas de LA NUEVA ESPAÑA. Hasta allí había viajado para recoger el Premio "Manuel Alcántara" y el jueves recibirá el del Club Internacional de Prensa. Entre uno y otro pasará por Oviedo, invitada por la Cátedra Emilio Alarcos Llorach. Mañana, en el Aula Magna de la Universidad, en el edificio histórico de la calle San Francisco, pronunciará a las ocho de la tarde una conferencia con un prometedor título: "La luz de las palabras". La periodista y escritora madrileña coincidió con Emilio Alarcos en muchas ocasiones y lo recuerda como "un tipo inteligente y con una conversación de la que siempre se aprendía algo".

- Tanto reconocimiento a su carrera, ¿hace pensar que ya está todo hecho?

-No, yo sigo pensando en disfrutar de mi trabajo. He tenido una carrera muy larga, empecé a trabajar con 19 años y llevo en ello 47. Estos son premios que te conmueven, aunque a veces da miedo, porque pienso: "Me debe quedar poco".

- Con esa veteranía, ¿cómo ve la profesión periodística?

-No hemos conseguido adaptarnos a la autocompetencia que nos hacemos con internet. El de la comunicación es el segundo sector económico más dañado por la crisis después del ladrillo, y no son solo los despidos sino que lo que queda está muy tocado. Así es imposible hacer buen periodismo. Estamos en un periodo político tremendo y para que una democracia sea fuerte se necesitan medios de comunicación fuertes y periodistas valientes para poner freno a los movimientos populistas y fascistas.

- Con el resultado de las primarias del PSOE fresco, ¿gana la izquierda y pierde el PSOE?

-A mí quien más me gustaba era Patxi López, que ha estado hecho un señor. Susana Díaz, con los malos modos que ha mostrado, ha engrandecido a Pedro Sánchez en su victoria. A mí, si me preguntan qué prefiero, susto o muerte, prefiero a Sánchez.

- ¿No tiene la sensación de que la gente ha dejado de tomarse la política en serio?

-Tras la elección de Trump yo creo que nadie se hace bromas. Ha habido un resurgimiento de la gente sensata y demócrata. En las elecciones en Hungría han perdido los fascistas, en Francia han perdido los fascistas, el 8 de marzo en Madrid salieron a manifestarse 80.000 mujeres... Yo nunca había visto 80.000 mujeres en una manifestación feminista.

- ¿Las redes digitales banalizan el mal?

-Lo que propician es un caos informativo, un aturullamiento con tanta información falsa. Estamos en la etapa a pedal de internet, del Oeste, incluso hay linchamientos en internet y mentiras tontas que ha recogido algún periódico serio.

- En Oviedo hablará de la luz de las palabras.

-La literatura sirve para colocar el mal y el dolor y yo escribo para darles un sentido, aunque sé que no lo tienen. El pintor George Braque decía que el arte es una herida hecha luz.

- Pero en la sociedad actual la cultura y el arte cada vez están más relegados.

-Nunca se ha leído tanto en España como ahora. La lectura siempre ha sido minoritaria, y esa minoría es más grande que nunca. Hay que hacer más, como potenciar la red de bibliotecas.

- ¿Y el sistema educativo?

-La educación es uno de nuestros fallos garrafales. Un español de menos de 35 años ha estudiado con varios planes educativos. Es un suicidio no pensar en un pacto de Estado en educación. La sanidad pública es de las mejores del mundo y la han intentado desmantelar cuando había que sentirse orgulloso de ella.

- ¿Encuentra razones para sentir orgullo de ser española?

-Nunca me he sentido orgullosa de ello, porque es un maldito accidente. Me alegro de ser española por muchas razones, por ejemplo porque salgo a cenar por Madrid y puedo regresar a casa caminando a las dos de la madrugada. Eso es de un valor incalculable. Me gusta el sentido igualitario de la gente, tan valioso es el portero como el conde, y me desespera nuestro cainismo, el dogmatismo en las opciones políticas, como si fuéramos forofos.

- Su ingreso en la Real Academia no prosperó.

-Son cosas que pasan. Creo en el destino, en el fluir de las cosas. Si no fue es por algo: ser académico conlleva muchísimo trabajo y yo soy hiperresponsable.

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