Francisco Collazos, psiquiatra en el Hospital Universitario Vall d'Hebron y profesor en la Universidad Autónoma de Barcelona, lleva dieciséis años atendiendo en su consulta a personas refugiadas. ¿Se puede mantener la salud mental cuando se ha salido huyendo de casa y en el camino se ha sido víctima o testigo de atrocidades y se llega a un lugar extraño, con códigos culturales nuevos y en el que las agresiones racistas, en menor o mayor grado, acechan? "Para la salud mental de los emigrantes es mejor separarse de la sociedad de acogida o asimilarse a ella que intentar integrarse", afirma Collazos. El psiquiatra, de raíces asturianas, intervino ayer en los actos del Día Mundial del Refugiado, organizados en el Auditorio de Oviedo por ACCEM, una organización dedicada a la acogida de personas refugiadas.
- ¿Separarse o asimilarse? Eso choca con el discurso oficial de la integración.
-Hacer el esfuerzo de integrarse se puede pagar en términos de salud mental. Lo ideal es una sociedad integrada, donde nadie sienta que por razones étnicas o culturales no tiene los mismos derechos para acceder a lo que ofrece, pero eso requiere un esfuerzo mayor que renunciar a su bagaje cultural y vivir como se vive aquí, o bien rodearse de iguales, como en un gueto.
- Defina integración.
-Tendemos a confundir integración con asimilación, con vivir de manera parecida a la nuestra. Integración es cuando una persona tiene tantas facilidades o dificultades para acceder a los recursos de una sociedad como el resto. Es necesario hacer un esfuerzo: el que llega, por aprender el idioma, descifrar nuevas claves culturales... La sociedad de acogida debe ser generosa, abrirse. Si hablamos del acceso a la salud deberíamos tratar de que quienes llegan entendieran el funcionamiento del sistema, que se les proporcionara información en su idioma, acceso a mediación.
- ¿Es más fácil integrarse si se llega casi solo o en masa?
-La integración debería ser igual, pero en términos de salud mental es más fácil llegar a una sociedad donde hay más personas de tu grupo: la densidad étnica te protege. El turco que llega a Alemania tiene una probabilidad de padecer trastornos mentales muy similar a si se hubiera quedado en Turquía, porque hay muchos más como él; sin embargo, si eres marroquí y llegas a Alemania no vas a tener tantas facilidades y la probabilidad de que un sufrimiento o estrés ponga a prueba tu vulnerabilidad es mayor.
- Las naciones sostienen que no tienen capacidad para acoger a tantos refugiados.
-España debe ser más rica que el Líbano y en el Líbano una de cada seis personas son refugiadas. El miedo a la alteridad es inherente a la condición humana, el diferente siempre ha despertado miedo, y si encima viene en masa... Es normal esa reacción, pero hay que gestionar ese miedo, como el que estamos viviendo en muchos países europeos, para que no se instaure y nos haga adoptar posiciones extremas contra los grupos que encarnan esos temores.
