El Seminario Metropolitano de Oviedo también restaurará la zona en la que se imparten estudios universitarios, principalmente de Teología y habilitará espacios en el edificio para uso pastoral, que estarían disponibles para las parroquias de Oviedo interesadas en utlizarlos. En un proceso todavía embrionario, serían la segunda y tercera fase del ambicioso proyecto que el Arzobispado maneja para el edificio de Prao Picón, la impontente sede cuya construcción tomó 12 años, entre 1942 y 1954. La inicial, desvelada la semana pasada por LA NUEVA ESPAÑA, prevé rehabilitar el ala que dio cabida al colegio de La Asunción hasta su cierre, a mediados de la pasada década, y construir allí una residencia para seminaristas, con 48 habitaciones y una inversión de 2 millones de euros.

En la actualidad, son quince los aspirantes a sacerdote que viven allí. Una vez que su nueva residencia esté concluida, el espacio que liberen quedará disponible para ofrecer las habitaciones a religosos que quieran instalarse temporalmente en Oviedo, a quienes se ofertaría cama, capilla y otros servicios, a cambio de una compensación.

El próximo curso la institución contará con quince seminaristas, aunque en la actualidad, su principal actividad es la formación universitaria, con unos 300 alumnos matriculados. El Instituto Superior de Ciencias Religosas de Oviedo ofrece el Grado y Master en Ciencias Religiosas, con cinco especialidades de unos estudios vinculados a la Universidad Pontificia de Salamanca.

Pero antes de afrontar esta segunda fase, los esfuerzos del Arzobispado se centran en sacar adelante la reforma del ala que se asoma a la calle Muñoz Degrain. Aunque la idea es culminar una rehabilitación integral del edificio, el rector del Seminario, Sergio Martínez, admite que hacerlo todo de un golpe sería "imposible de asumir". Por eso, esperan adjudicar a finales de septiembre los trabajos, prespupuestados en 2 millones de euros, a una de las trece empresas que han pasado la primera criba. Con un plazo de ejecución de unos quince meses, según fuentes conocedoras del proyecto, la nueva residencia podría estar lista en el año 2019.

Sería un importante lavado de cara para un edificio que, en algunos sectores de la Iglesia consideran "mastodóntico" y que no está en muy buen estado. La culminación del "Seminario del Siglo XXI" permitirá liberar el espacio que actualmente ocupan los seminaristas en la zona central de la entrada del edificio.

La intención es que los espacios comunes como la lavandería, la capilla o las cocinas se incluyan en la primera fase de los trabajos y estas sirvan de apoyo para las dos fases restantes. "Espacios como la cocina se podrían compartir entre los seminaristas y el resto de personas que disfruten de las instalaciones", explica el rector, que asumió el cargo en septiembre del año pasado tras su buen hacer al frente de la parroquia de San Pedro de Pola de Siero durante un periodo de 14 años.

La Iglesia asturiana busca con estas reformas aumentar el rendimiento que le pueda sacar al edificio, además de darle un lavado de cara y contribuir a la conservación de un inmueble emblemático desde su construcción. Los doce años que tomaron sus obras culminaron eel 15 de noviembre de 1954 con una gran inauguración, bajo el mandato en la Dióceis de Francisco Javier Lauzarica. Aquel día, Carmen Polo, la esposa de Francisco Franco, desfiló ante el destacamento del Regimiento del Milán y el nuncio de la Santa Sede en España, Ildebrando Antoniutti, puso la última piedra del edificio.