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Un total de 137 familias del concejo reciben ayuda para mantener a sus hijos en el hogar

La mayor parte de los casos se registra en familias monoparentales, en las que el progenitor se encuentra en paro y carece de ingresos regulares

Elena M. CHORÉN

Un total de 137 familias del concejo con dificultades recibieron el año pasado ayuda de los Servicios Sociales para mantener a los menores en el hogar. El programa municipal de atención a la familia, la infancia y la adolescencia pretende solventar problemas de convivencia que pueden ocasionar la retirada de niños y adolescentes del núcleo parental. Durante el año pasado fueron atendidos 229 menores y 212 adultos. Se trata de una cifra ligeramente superior a la de ejercicios anteriores, en los que una media de 120 familias recibían apoyo por parte de este plan puesto en marcha por el Consistorio.

Según indican fuentes municipales, el balance de la actuación durante el ejercicio de 2016 fue positivo. Y es que en el 80 por ciento de los casos atendidos se logró mantener al menor dentro del ámbito familiar, pese a la situación de precariedad.

El perfil de las personas que reciben este tipo de atención por parte de un equipo de psicólogos, educadores y trabajadores sociales es el de integrantes de familias desprotegidas, en las que se presentan problemas en la conducta del menor, situaciones de maltrato o negligencias como algunas de las causas de intervención más habituales.

Según las estadísticas que maneja la Concejalía de Atención a las Personas, a cuyo frente está la edil socialista Marisa Ponga, más de la mitad de los casos que se han presentado afectan a familias monoparentales, con un hijo y que residen dentro de la zona urbana del municipio en régimen de alquiler de vivienda. La edad media del menor atendido a través del programa puesto en marcha por el Consistorio es de 9 años, mientras que la de los progenitores, tanto madres como padres, ronda los 40 años.

La situación de desempleo o el empleo precario son algunas de las causas que generan situaciones de desprotección en las familias, tal y como revela el informe sobre los resultados del programa durante el año pasado, al que ha tenido acceso este diario. El documento desvela, por ejemplo, que únicamente el 8 por ciento de los progenitores de las familias que han recibido apoyo municipal dispone de un trabajo estable, mientras que apenas tres de cada diez reciben algún tipo de remuneración económica con carácter regular, bien sea por la ejecución de trabajos esporádicos o porque esas personas son receptoras de una pensión.

Además, en la mayoría de los casos los ingresos de estas personas son nulos o muy limitados. Según se detalla en el informe, el 62 por ciento de las madres de los menores atendidos se dedican a labores del hogar o se encuentran en situación de desempleo, con o sin prestación.

Según explican fuentes municipales directamente ligadas a este proyecto, el trabajo de los servicios sociales consiste, fundamentalmente, en la prestación de apoyo a las familias, así como en dotar a los padres y madres de las habilidades necesarias para atender a sus hijos.

En el caso de que ya se haya producido una retirada del menor del hogar, se trabaja en preparar su retorno. El año pasado fueron muy escasos los regresos de estos niños.

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