La Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos perdió recientemente un contrato para la gestión de los servicios postales del Ayuntamiento de Oviedo, licitado en más de un millón de euros y para los dos próximos años, por tener pendiente una deuda con la Administración local "de unos pocos euros".
La oferta de la compañía pública fue la más ventajosa económicamente de las tres que se presentaron al concurso, pero quedó descartada por esos pequeños pagos pendientes, cuando ya se había depositado, incluso, una fianza de más de 40.000 euros.
El Ayuntamiento sacó a concurso los servicios postales y telegráficos para los próximos dos años con un precio de licitación de 413.223,14 euros más IVA por ejercicio. Es decir, un millón de euros para un total de 24 meses. A dicha convocatoria concurrieron Correos y las empresas Correo Inteligente Postal S. L. y Unipost S. A. En el apartado económico, la oferta más provechosa fue la de Correos, con una bajada sobre el precio de licitación del 34,55%, frente al 33% ofertado por Correo Inteligente y el 30,31% que estaba dispuesta a rebajar Unipost.
De esta manera, el pasado 4 de julio se aprobó de manera unánime en la mesa de contratación adjudicar el contrato a Correos, así como darle un plazo de diez días para aportar determinada documentación necesaria para formalizar el contrato.
Pasado el plazo establecido, los servicios municipales comprobaron la existencia de una deuda con la tesorería municipal. Dicha situación fue reflejada en un informe que la mesa de contratación tuvo en cuenta, en su reunión del 1 de agosto, para rechazar la oferta presentada por Correos. A partir de ahí, se consideró como más ventajosa la propuesta presentada por la segunda empresa en liza, que, días más tarde, aportó la documentación necesaria para confirmar la adjudicación de los servicios.
Aunque no ha trascendido oficialmente la cantidad adeudada por Correos al Ayuntamiento, fuentes municipales sostienen que se trata de un pequeño pago de "en torno a unos ocho euros o poco más", Una cifra insignificante, pero que, finalmente, le ha costado a la compañía la pérdida de un contrato por el que había hecho una oferta de 654.000 euros sobre el millón al que ascendía el precio de licitación.
Según algunas fuentes, la situación pilló por sorpresa hasta a los funcionarios, que, habituados a contar con los servicios de la compañía estatal, mostraron sus temores a que la nueva adjudicataria no cubra todos los servicios postales que precisa el Consistorio de una capital de provincia.
La licitación del servicio generó algunas dudas a la hora de elaborar los pliegos, pues en un principio se planteó la posibilidad de que entre las exigencias a las empresas se estableciera la obligación de disponer una oficina en cada ciudad. Se trata de una opción que finalmente fue desechada, porque la única empresa a nivel estatal que cumple con esa condición es Correos y, de esa forma, se cerraría las puertas del concurso a la competencia.
