Los artistas participantes en el festival de arte urbano "Parees", que este fin de semana han decorado once paredes de la ciudad con sus murales, recibieron ayer la visita del "pelotón del color" mientras ultimaban los detalles de sus trabajos. Un grupo de unas 35 personas, entra ellas muchos niños, tomaron parte durante toda la mañana en una ruta que partió de la plaza de la Catedral y recorrió la ciudad haciendo paradas en algunos de los nuevos murales. Los organizadores bautizaron a los ciclistas como el "pelotón del color", porque la mayoría de ellos hicieron el recorrido con la cara pintada y la bicicleta "tuneada" con cintas y accesorios multicolores. "La ciudad con color está mucho más viva y la idea era que los niños nos ayudaran a transmitirlo mientras disfrutaban de una mañana en bicicleta", señala María Pérez, una de las organizadoras de la actividad.

Mientras los ciclistas pedaleaban de parte a parte de la ciudad, los artistas que comenzaron a trabajar el sábado, los que fueron invitados por la organización, retocaban sus diseños. A su vez, aquellos que empezaron ayer, los ocho autores encargados de realizar los tres murales seleccionados dentro de la convocatoria abierta, se daban prisa para llegar a tiempo. Las asturianas Carmen Cuenco y Laura García lo hacían para acabar su dibujo en uno de los muros situados en el entronque de las calles Nicolás Soria y Almacenes Industriales, a la entrada del barrio de Ciudad Naranco. "Nos parece que potenciar el arte urbano en una ciudad como Oviedo está muy bien", explica Cuenco, mientras repasa un cerebro que es el centro de su obra. A su lado, en el mismo muro, pero en diferentes espacios, también trabajaron los artistas Unaalome, Dask Vega y Job Sánchez. "Mi trabajo es una composición de figuras geométricas", matiza este último.

Como colofón al fin de semana, los responsables del festival organizaron un taller de experimentación con el grafiti en la zona para monopatines del Parque de Invierno.