No es fácil para los políticos de provincias hacerse una foto con el jefe. Que se lo digan, por ejemplo, al líder del PP de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, que a principios de septiembre no logró volver de la 23ª Intermunicipal de su partido en Zaragoza con una foto saludando a Rajoy.
El pasado viernes, Caunedo lo volvió a tener muy a mano. Pero no era el único. El líder del PP local ocupaba una butaca de pasillo en el patio del Teatro Campoamor. Dos filas tras él, la presidenta del PP regional, Mercedes Fernández, también estaba en buena posición para el "paseíllo" de salida del presidente del Gobierno. Y tuvo más suerte.
Rajoy, que ya había tenido problemas a la entrada para encontrar su sitio, arriba, en el escenario, y no abajo, donde pretendía sentarse, salió disparado hacia la puerta y no reparó en Caunedo. Pero sí en su lideresa asturiana. Y se detuvo y la jefa del PP aprovechó para abrazarle y felicitarle por lo bien que estaba llevando todo el "proceso". El abrazo entre Rajoy y Fernández fue "trending topic" instantáneo. Y las fotos muestran las distintas reacciones en directo: Caunedo siguió con la vista en el escenario. De sus concejales, Covadonga Díaz estaba pendiente de él, Francisco Javier García "Chisco" se torció, con mirada inquisitiva, un poco en la línea de Cristina Coto. Y nada que ver con las concejalas del PP de Oviedo Cristina Fernández y María Ablanedo, entusiastas en el aplauso como el resto de populares: desde el marido de Mercedes Fernández, Luis Francés, al secretario general del PP asturiano, Luis Venta, o a su lado, la diputada Gloria García.
