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Las Segadas

Las Segadas lleva 25 años advirtiendo del riesgo de atropellos de tren en el pueblo

La muerte de un langreano en 1992, en el mismo punto donde fue arrollado un hombre el martes, dio inicio a protestas vecinales "que nunca se atendieron"

La Guardia Civil, trabajando en la zona en la que fue atropellado el martes José Ramón Marina Luis. LUISMA MURIAS

Los vecinos de Las Segadas llevan más de 25 años advirtiendo del riesgo de accidentes como el que le costó la vida a José Ramón Marina Luis, el veterano montañero ovetense de 90 años que fue arrollado el martes por el tren cuando se disponía a cambiar de andén por un paso peatonal habilitado junto al apeadero de la localidad. Según explica Luisa Abad, que tiene una tienda junto a la estación, en Las Segadas llevan registrándose atropellos mortales "desde hace décadas", pero fue la muerte de Salvador Álvarez en el año 1992 -un langreano de 83 años que fue arrollado en el mismo punto del último accidente mortal y en las mismas circunstancias- la que dio lugar a una serie de protestas vecinales para exigir medidas de seguridad en la zona. "Llegamos incluso a manifestarnos, pero no nos hicieron caso. Desde entonces lo solicitamos cada poco, pero nuestras quejas nunca se atendieron", señala la mujer.

Otro de los sucesos que se recuerdan en Las Segadas es la muerte de Adrián S. G., un joven de Riosa de 26 años que fue atropellado por un convoy a unos cien metros del apeadero en diciembre del año 1998. El maquinista del tren y algunos viajeros que ese día iban en su interior escucharon un fuerte golpe cuando el joven recibió el impacto, pero tras inspeccionar la zona en un primer momento no encontraron el cuerpo, que fue hallado entre la maleza dos días después. "Hay trenes que no hacen parada en el apeadero y eso confunde a la gente. Los que no están acostumbrados piensan que van a parar en la estación y cruzan las vías sin que luego les de tiempo a dar marcha atrás", afirma Pedro Manuel Martínez, que coge el tren a diario en Las Segadas.

Los vecinos de la localidad, a raíz del último de los atropellos, vuelve a exigir a Renfe que aumente las medidas de seguridad en la zona. "Bastaría con colocar un semáforo en el paso peatonal para advertir a la gente, pero seguro que, a pesar de la gravedad de lo que ha ocurrido esta vez, no nos lo ponen", denuncia Luisa Abad.

José Ramón Marina Luis fue atropellado el martes cuando regresaba de pasar la mañana cultivando la huerta en una finca familiar situada en Las Segadas de Arriba. Murió cuando iba a cambiar de andén para coger el tren que iba a llevarlo de regreso a su casa de Oviedo.

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