"En el Monsacro convergen las esencias medulares de toda Asturias". Son palabras de un "abrumado y anonadado" Agustín Hevia Ballina, director del Archivo Histórico Diocesano y del de la Catedral de Oviedo, tras recibir ayer, en la sede del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), el título de hijo adoptivo de Morcín de manos de Maximino García, alcalde del concejo. La distinción, aprobada de forma unánime por la Corporación, se otorga en agradecimiento a la destacadísima labor llevada a cabo por el veterano sacerdote asturiano en la rehabilitación de las capillas medievales del Monsacro, culminada en el verano de 1985. Fernando Delgado, colaborador de LA NUEVA ESPAÑA e integrante de la Plafatorma ciudadana de amigos del Monsacro, fue el encargado de glosar la figura del homenajeado, al que calificó de "erudito que pone su sabiduría al servicio de la sociedad" y de "paisano sólido y cercano".

Por su lado, Maximino García reconoció el "honor" que le supuso entregar la distinción a Hevia por "la perseverancia y el compromiso mostrado en la recuperación de las capillas del Monsacro". Además, el regidor también valoró el "profundo amor" del sacerdote a "Morcín y a sus montes", así como el alto número de publicaciones sobre las capillas medievales.

La entrega a Hevia Ballina del título de hijo adoptivo de Morcín, que abarrotó de público el salón de actos del RIDEA, puso colofón a una mesa redonda incluida en el programa de las jornadas "Monsacro, monte sagrado de Asturias", de cuya coordinación se encarga el director de la institución, Ramón Rodríguez Álvarez. Fue precisamente el archivero diocesano el encargado de abrir las intervenciones para subrayar que la "sacralidad" acompaña al Monsacro desde épocas prehistóricas, como prueba el dolmen que hay junto a la capilla de Santa María Magdalena, entre otros vestigios en los que no faltan los toponímicos. "La presencia cristiana puede rastrearse ya desde el siglo V si aceptamos la tradición de las reliquias del Arcas Santa traídas por Santo Domingo de Astorga y trasladadas posteriormente, en tiempos de Alfonso II, a la Catedral de Oviedo. Además, Hevia Ballina llamó la atención sobre la fuerte relación de este "monte sagrado" con el eremitismo y la vida monacal.

Pilar García Cuetos, catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo, defendió la necesidad de "estudiar más" el entorno de las capillas del Monsacro, en cuya rehabilitación participó siendo una joven profesora y que, a su juicio, "puede ofrecer sorpresas". En concreto, García Cuetos apuntó a las plataformas artificiales sobre las que se asientan ambas construcciones. Además, la experta llamó a mantener el Monsacro como un "paisaje cultural", buscando "actividades que devuelvan las capillas a la sociedad asturiana, evitando de esa manera que vuelvan a convertirse en cuadras, pero teniendo siempre en cuenta que debe ser un turismo sostenible".

Fernando Delgado, por su lado, aseguró que el objetivo fundamental de la plataforma ciudadana del Monsacro es "poner en valor una montaña que, en realidad, es muy poca conocida y convertirla en una referencia del turismo en Oviedo".