El órdago que Somos acaba de lanzar sobre la necesidad de que Oviedo reciba una inyección de dinero autonómico por ser la capital del Principado casi parece un aniversario. No fue en 2007, pero sí un año antes y otro después, entre 2006 y 2008, cuando el exalcalde de Oviedo Gabino de Lorenzo encontró en la defensa de la capitalidad frente a "los ataques del gobierno socialista" , con Vicente Álvarez Areces en la presidencia, un arma de agitación política de primer orden.

Lo que luego se acabó conociendo como "el cerco a Oviedo" y se quedó a vivir entre los mantras del gabinismo como una de las piezas más popular del repertorio, le llegó en realidad a Gabino de Lorenzo casi servido en bandeja. El primer detonante fue la decisión del gobierno regional de llevar el Consejo Consultivo a Gijón en enero de 2006. De Lorenzo acusó entonces al PSOE de tratar de arrebatar la capitalidad a Oviedo. Pocos días después, la posibilidad de llevar un Museo de los Premios Príncipe a Avilés abría de nuevo la caja de los truenos. Era "la última agresión de Areces a Oviedo con dinero público, una cacicada", protestó entonces el regidor ovetense. Al año siguiente fue la propuesta de la Alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, de descentralizar el Principado lo que motivó una respuesta de De Lorenzo como "el ataque más virulento que ha sufrido la ciudad en democracia".

Tantos agravios acumulados le sirvieron entonces, a finales del 2007 y durante buena parte de 2008, a exigir que la reforma del Estatuto de Autonomía debería de blindar la capitalidad de Oviedo, estableciendo también una financiación específica de dinero autonómico para la ciudad. De Lorenzo exigió al PP que mantuviera esa condición y logró, al final, que su empeño en la capitalidad hiciera fracasar aquel intento de reforma del estatuto de autonomía. Su teoría del cerco siguió e incluso los políticos que le sucedieron en el PP local también la incorporaron.