La Junta de Gobierno de la SOF aprobó ayer iniciar una nueva andadura, la transición de la Sociedad Ovetense de Festejos tal y como se conocía hasta ahora (intervenida por el Ayuntamiento) a una nueva asociación sin la tutela del gobierno local. En el aire quedan todavía muchos interrogantes, y uno de ellos es el referido a los chiringuitos históricos de San Mateo, que a la vista del cambio de gestión que van a sufrir los festejos en Oviedo quedan ante un futuro, al menos, incierto.

La SOF era hasta ahora la encargada de negociar y gestionar las condiciones para la instalación en San Mateo de los chiringuitos históricos, que durante años y salvo excepciones, no han variado ni su ubicación ni sus titulares. Aunque el concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, quiso ampliar la nómina de estos puestos, el año pasado, el segundo consecutivo en el que el Ayuntamiento se abría a nuevos chiringuitos, ya sacó fuera de la SOF la gestión de los puestos que se incorporaban. El motivo estaba en una denuncia del PP relativa a la falta de capacidad de una asociación privada para gestionar suelo público y concedérselo a determinadas asociaciones sin que hubiera un concurso de por medio. Los nuevos chiringuitos se licitaron, así, desde el Ayuntamiento, y el sorteo dejó fuera, de hecho, al que había sido pionero, el año anterior en la regeneración de estos puestos, "La Mateína".

Sánchez Ramos mantuvo todavía este año la gestión de los chiringuitos clásicos en manos de la SOF. El horizonte para 2018 es muy diferente. Con los festejos gestionados desde la Fundación de Cultura, lo más probable es que los puestos de los chiringuitos de San Mateo entren en el sorteo junto a las nuevas asociaciones que también quieren colaborar en las fiestas. Eso supondría, por ejemplo, que el Rincón Cubano no tendría garantizada su ubicación cerca de "El viajero" de Porlier ni La Guinda, la suya frente al edificio histórico de la Universidad. De hecho, dependiendo del número de asociaciones que optasen a poner un puesto, ni siquiera tendrían garantizada su participación en las fiestas.

La polémica es vieja y en otras ocasiones se ha citado, incluso, jurisprudencia relativa a las casetas de la Feria de Sevilla, a las que los tribunales les han concedido este tipo de bulas administrativas para participar en estas actividades sin someterse a los criterios de objetividad y libre concurrencia propios de la administración.

Queda pues, la posibilidad de que el Ayuntamiento ponga en marcha un procedimiento que, basado en excepciones vinculadas a su carácter histórico, trate de blindar a los chiringuitos. Pero el texto aprobado ayer en la Junta de Gobierno de la SOF sobre el futuro de la sociedad deja abierta otra puerta. El Ayuntamiento ha acordado que la nueva Sociedad Ovetense de Festejos que salga de la asamblea de los socios con una nueva junta, y ya sin la presencia de concejales, podrá recibir el encargo del Ayuntamiento de organizar el reparto del bollo y el vino de La Ascensión y San Mateo, el Día de América en Asturias, pero también aquellas actividades a las que "históricamente" ha estado vinculada la sociedad. En esa última coletilla puede estar la clave para que la nueva SOF que se ponga a funcionar el año que viene, más desligada del Ayuntamiento, se encargue también de la gestión de los chiringuitos históricos de San Mateo para garantizar su supervivencia.