La Sociedad Ovetense de Festejos (SOF) se está convirtiendo en uno de los mayores quebraderos de cabeza para el tripartito, que ha llegado a la necesidad de pedir ayuda externa para saber qué hacer con ella, especialmente para mantenerla activa con los menores daños colaterales posibles y de acuerdo a la ley. Con ese fin el Alcalde Wenceslao López, el concejal de Cultura Sánchez Ramos, el concejal socialista Diego Valiño y la edil Andrea Álvarez, de Somos, se reunieron ayer con el jurista y catedrático de Derecho Administrativo, Leopoldo Tolivar.

La cita no formaba parte de la agenda de la semana, sino que fue una decisión de última hora. Le consultaron la posibilidad de redactar unos nuevos estatutos y analizar fórmulas para integrar la SOF en el Ayuntamiento, es decir, de que sea municipal. Unas horas más tarde, los mismos actores a excepción del Alcalde y de Tolivar acudieron a la Junta de Gobierno de la SOF para decidir si dejaban a un sólo trabajador en ella. La medida se aprobó por los pelos.

Hubo dos votos a favor (Roberto Sánchez Ramos y Diego Valiño), dos votos en contra (Luis Pacho, de Ciudadanos, y el vicepresidente de la sociedad, Avelino Alonso) y dos abstenciones (Andrea Álvarez y la representante de los socios, Consuelo Riu). Así las cosas, el contable será el único empleado de la sociedad con sueldo a cargo de la SOF. El resto de la plantilla -otras siete personas- se irán a casa no sin antes emprender acciones legales por despido improcedente. Además, la SOF sólo se hará cargo de la organización del Desfile de América en Asturias y del reparto del bollo y del vino en la Ascensión y San Mateo.

Sánchez Ramos justificó su voto porque "la SOF tiene futuro" y es, a su juicio, una forma de rechazar la gestión privada de las fiestas: "Me consta que hay un intento de privatizarlas". Valiño usó un argumento parecido al afirmar que "esta es la mejor forma de mantener viva a la SOF y el mejor proyecto que presentar a los socios". Mientras que, por parte de Ciudadanos, Pacho defendió a capa y espada su voto en contra al aseverar que "no es serio presentarse el lunes en la asamblea extraordinaria de los socios de la SOF sin nuevos estatutos y sin proyecto de continuidad". Caso aparte es el de Somos. Andrea Álvarez se abstuvo porque no obtuvo respuesta al pedir con anterioridad un informe sobre la viabilidad de que de ahora en adelante la SOF pueda seguir suscribiendo convenios con el Ayuntamiento.

La última decisión de la Junta de Gobierno de la SOF podría cambiar drásticamente el lunes tras la celebración de la asamblea extraordinaria de socios de la SOF, que cuenta con unas 2.600 personas. Si votan que la sociedad eche el cierre ya no hará falta mantener a trabajador alguno. Y si votan que se mantenga, el debate se reavivará.