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El tripartito cambiará por inseguras 121 farolas isabelinas puestas por De Lorenzo

Los técnicos urgen a sustituir las estructuras por otras más funcionales basándose en "problemas de estabilidad" y en la poca calidad de la luz

El tripartito cambiará por inseguras 121 farolas isabelinas puestas por De Lorenzo

José A. ORDÓÑEZ

Las grandes farolas isabelinas de cinco luminarias, uno de los símbolos estéticos del Oviedo de Gabino de Lorenzo, tienen los días contados en las calles de la ciudad. Los técnicos han advertido al tripartito de que "urge" su sustitución sobre la base de que, además de deficiencias en cuanto a calidad de iluminación y eficiencia energética, también presentan "problemas de estabilidad" y, por tanto, de seguridad. El departamento municipal de Obras ha ido reforzando esas estructuras en los últimos años, colocando en su interior refuerzos de acero y flejes en los brazos como "medidas de seguridad temporales", a la espera de que fueran sustituidas por un modelo más funcional y que suponga un menor coste para las arcas consistoriales. Ese momento ha llegado. El gobierno local ha lanzado un contrato de casi medio millón de euros para cambiar 121 de esas farolas ornamentales por otras considerablemente más sencillas y dotadas de LED. Se trata de una tecnología más económica y con una iluminación de mayor calidad que ya se empezó a instalar en las nuevas luminarias del concejo con Agustín Iglesias Caunedo (PP) en la Alcaldía.

Todo el material desmontado de las farolas isabelinas quedará almacenado en los depósitos municipales.

De las 121 columnas a cambiar, del tipo "Bailén", 14 están instaladas ahora en la plaza de Castilla, 11 en la calle Padre Vinjoy, 32 entre Muñoz Degraín y González Besada, 33 entre Muñoz Degraín y la glorieta de San Lázaro, 19 en San Lázaro y 12 entre San Lázaro y la calle Gil Blas. Las nuevas farolas (tipo Vial 80BBI) tienen ocho metros de altura, brazos de acero y estarán equipadas con focos LED de hasta 120 vatios. Además, el Ayuntamiento las recibirá con las modificaciones necesarias para instalarlas en las cimentaciones actuales, medida con la que también se pretende aprovechar en lo posible los pedestales, canalizaciones, arquetas y líneas eléctricas subterráneas que se encuentran en servicio.

En total, los técnicos calculan que la actuación tendrá un coste final de 454.000 euros más el correspondiente IVA. El económico será el único criterio que tendrá en cuenta la mesa de adjudicación para seleccionar las ofertas más ventajosas.

La instalación de las nuevas farolas que sustituirán a las isabelinas tiene un plazo de ejecución de cuatro meses, contados a partir de la firma del contrato con la empresa que se encargará de suministrar el material. El encargo incluye la realización de estudios lumínicos en cada una de las calles afectadas por la sustitución de las farolas, el desmontaje de las estructuras ya instaladas, la colocación de las nuevas, las pruebas previas a la puesta en servicio, la adecuación de los cuadros de mando y la legalización de la instalación.

Bancos y papeleras

Esta renovación del mobiliario urbano se completará con la instalación de 185 bancos de diseño "práctico y eficiente", 225 papeleras y unas nuevas placas de identificación.

Los nuevos bancos suponen una inversión calculada en casi 30.000 euros y, fundamentalmente, se diferencian de los que hay ahora en que tienen una mayor altura (45 frente a 30 centímetros) y en que disponen de apoyabrazos. El diseño de las 225 nuevas papeleras es más similar al de las que ya están puestas en la ciudad. Son metálicas y conservan el color verde, con escudo de Oviedo y dotadas de cenicero. Su coste alcanza los 75.000 euros.

Las nuevas placas tendrán un soporte en aluminio que va en la fachada y sobre el que se sitúa el marco que lleva dentro el rótulo con la denominación de la calle en cuestión. Se trata de un sistema similar al de los portafotos. La placa rotulada tendrá el fondo azul y las letras en blanco, todo ello reflectante y con el logo moderno del Ayuntamiento y la nueva imagen corporativa municipal. El tripartito considera que la mayor parte de las placas de calle que hay ahora en la ciudad apenas se leen y que en, muchos casos, solo las hay al comienzo y al final de las calles. Además, en el caso de acto vandálico, los nuevos modelos permiten cambiar solo la parte rotulada.

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