El Ayuntamiento de Ribera de Arriba aprobó ayer unos presupuestos para el ejercicio 2018 que superan los cinco millones de euros con los votos a favor de los concejales del PSOE y el rechazo de los partidos de la oposición. "Son unos presupuestos continuistas, insolidarios y sectarios", asegura Pablo García, el edil del PP en el Consistorio.

Al capítulo de gastos se van a destinar 2.243.490 euros, el 41,7 por ciento del total. "El cincuenta por ciento se destina a varias entidades que año tras año vienen prestando el servicio. Tienen privatizada la recogida de residuos, las instalaciones deportivas del Llosalín, la limpieza viaria y el servicio de recaudación", explica García. Las inversiones reales se llevarán 1.394.000 euros y se destinarán principalmente a la compra de una parcela en la Viesca, otra en Tellego y a la adquisición de horreos y paneras.