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Ciudad Naranco, una trampa para peatones

Los vecinos exigen que el Ayuntamiento acabe con los "puntos negros" del barrio tras la muerte de una mujer atropellada

Ciudad Naranco, una trampa para peatones

Félix VALLINA

Ciudad Naranco es un barrio "plagado de riesgos" para los peatones. Al menos eso es lo que sostienen las asociaciones de vecinos de la zona, que vuelven a exigir "soluciones urgentes" para evitar atropellos como el que le costó la vida el martes a la octogenaria Fermina Cachán Mera. La mujer falleció tras ser arrollada por un vehículo cuando cruzaba un paso de cebra de la calle Santiago de Compostela, uno de los "puntos negros" de un barrio rebosante de tráfico en el que "existen peligros en cada esquina". Gonzalo Díaz y Fide Pérez, del colectivo "La Centralilla", se prestaron ayer a recorrer las calles de Ciudad Naranco junto a LA NUEVA ESPAÑA para identificar algunos de esos puntos conflictivos.

La cita es en el paso de cebra que hay al inicio de la calle Coronel Bobes. Los vecinos aseguran que está muy cerca de la confluencia con la calle Nicolás Soria y que los vehículos que vienen de la parte alta del barrio se lo encuentran de sopetón al tomar la curva. Los peatones cuentan con un espejo en la acera de enfrente para mirar si viene algún coche, pero en esa zona ya ha habido más de un susto. No en vano, ese tramo es utilizado por los coches que vienen de Nicolás Soria y Montes del Sueve en su trayecto hacia la rotonda de Luis Oliver, la puerta de salida hacia Gijón y los polígonos por la AS-II. "Ese es el principal problema: la enorme cantidad de tráfico. Actualmente somos una cañada real, un barrio por el que pasa todo el mundo que no es de aquí y que además tiene muchas deficiencias en cuanto a seguridad vial", explica Gonzalo Díaz antes de seguir adelante con el paseo.

Un poco más adelante, en la zona en la que Coronel Bobes se cruza con Menéndez y Pelayo, hay otro paso de cebra que los vecinos consideran peligroso. "No hay badenes y algunos coches que van hacia la AS-II vienen como locos. Aquí deberían de colocar un semáforo de esos de pulsar", solicita Fide Pérez. Y es que la calle Quevedo, que pasa frente a la antigua cárcel, "es una pista de carreras", según los vecinos. Allí, muy cerca del parque infantil de la Plaza de Juan Pablo II, hay otro paso de cebra situado muy cerca de un cambio de rasante muy difícil de apreciar para los conductores.

El recorrido continúa hacia la zona de los hoteles situados cerca de la rotonda de Luis Oliver, donde existe una isleta a través de la que los peatones cruzan exponiéndose al tráfico. Además, también "hay pasos de peatones escondidos por los cambios de rasante, no hay señales limitadoras de velocidad y tampoco badenes que frenen a los coches", dice Fide Pérez. En la calle Santiago de Compostela, donde se registró el accidente mortal, hay coches muy cerca de los pasos de peatones impidiendo la visión de los viandantes. Concretamente en el que murió la mujer los vehículos acceden a la vía desde la calle Viseu a través de la acera y del propio paso peatonal. En uno de los sentidos tampoco hay badenes para contener la velocidad.

Los vecinos aseguran que los excesos de velocidad son frecuentes en el entorno del fallido spa del Naranco, que cada vez hay más atascos generados por los colegios, que los choques y los frenazos son muy frecuentes en el cruce de las calles Montes del Sueve con Torrecerredo o que "el próximo susto podría registrarse en la calle Roberto Frassinelli" si no se toman las medidas para mejorar la seguridad en uno de sus pasos de cebra, uno situado muy cerca del colegio Parque Infantil y del instituto Monte Naranco. "No queremos que vuelva a ocurrir un accidente como el del otro día, por eso pedimos actuaciones inmediatas. Esta vez no vamos a parar hasta lograrlo", subraya Gonzalo Díaz.

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