La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

PEDRO RAMOS Y DANIEL RUIBAL | Ingenieros informáticos y diseñadores de videojuegos

"En los tres últimos años vivimos de ahorros para centrarnos en nuestro propio proyecto"

El langreano y el avilesino afincado en Oviedo reconocen que sólo una de cada diez aplicaciones salen adelante, pero dicen tener la clave del éxito: "la perseverancia"

Pedro Ramos -izquierda- y Daniel Ruibal, mostrando su videojuego en el Talud de La Ería. MIKI LÓPEZ

Pedro Ramos y Daniel Ruibal decidieron lanzarse hace tres años hacia su sueño empresarial. Estos ingenieros informáticos formados en León y Oviedo trabajaron durante seis años en una empresa destacada del sector de los videojuegos y cuando vieron que su periplo allí llegaba a su fin se conjuraron para buscar una alternativa. "Creímos que había una oportunidad de triunfar con un producto propio y nos animamos a probar suerte", relatan.

Ramos es natural de La Felguera, donde todavía reside, mientras que Ruibal nació en Avilés, pero lleva ya mucho tiempo residiendo en Oviedo. Desde 2015 trabajan a caballo entre sus propios domicilios y el espacio coworking del Talud de La Ería. "Trabajamos a tiempo completo un mínimo de 40 horas a la semana", dicen sobre la distribución de sus tiempos.

Durante todo este tipo se apoyaron en el año y medio de paro correspondiente por su etapa anterior y el dinero reunido a base de esfuerzo. "Llevamos tres años viviendo de nuestros ahorros, pero confiamos en que merezca la pena", suscriben los dos profesionales creadores de la aplicación "Match2Kill", que describen como una versión mejorada del famoso "Candy Crash Saga".

Gracias a su primera versión completa lograron reunir 2.600 fieles usuarios. La cantidad no es muy grande para un sector tan global. Reconocen que las limitaciones económicas para publicitarse les impide hasta ahora llegar a más público. "Lo bueno es que a la gente que llegamos les gusta mucho el juego y hacen compras a través de él", comenta Ruibal.

Los jugadores de la aplicación de esta sociedad denominada "Codepirinha" se reparten actualmente por nueve países. Además de España, la aplicación está disponible en Singapur, Islandia, Reino Unido, Francia, Australia, Hong Kong, Filipinas y Chile. La intención llevar la nueva actualización a partir del próximo mes al resto del planeta. "Esperamos con la versión mejorada llegar a muchos más sitios", señala Pedro Ramos, acerca de unas novedades que incluyen un modelo de juego infinito para los jugadores insaciables. "Nos encontramos con que los jugadores se acababan los cien niveles del juego en menos de un mes", indican.

El principal empujón depende de la llegada de un mecenas, conocido en el mundillo como "un publisher" dispuesto a financiar una campaña potente de difusión. "Es esencial una apuesta promocional importante y estamos en negociaciones para tratar de conseguirlo", indica Ruibal.

Ambos emprendedores tienen los pies en el suelo. Se tienen por realistas y reconocen que las estadísticas dicen que sólo una de cada diez aplicaciones móviles tienen aceptación en el mercado. Sin embargo, dicen tener la receta para el éxito. "Tenemos total confianza de acabar triunfando a base de perseverancia", dicen casi a coro con tono optimista los dos empresarios autónomos.

Por su cabeza no pasa otra cosa que la aplicación ideada en 2015. Su aspiración es que la misma llegue un día a ser rentable y proporcionar los ingresos necesarios para apostar por un segundo proyecto. "Este mundillo funciona así, los beneficios son para volver a invertir y seguir generando productos", dice Pedro Ramos, confiado en emular la buena marcha de otras empresas asturianas con gran tirón en el sector. "Hay gente en Asturias que tuvo un buen arranque y ahora ya tienen decenas de productos en el mercado", explican.

De momento su vista se pone ahora en la feria de ocio alternativo Cometcon, prevista para finales de la próxima semana en el Calatrava en la que dispondrán de un espacio para poder dar a conocer el videojuego al que fían casi todo su futuro.

Compartir el artículo

stats