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REMEDIOS ZAFRA | Profesora de Arte y Antropología, presenta su ensayo "El entusiasmo" en la jornada inaugural del Muyeres Fest

"En las redes es fácil caer en el espejismo de la libertad"

"Esta sociedad está marcada por la velocidad y la caducidad de la información, y por la precariedad derivada de ellas"

La profesora de Arte y antropóloga Remedios Zafra. LA OPINIÓN DE MÁLAGA

La cordobesa Remedios Zafra reflexiona y llena las páginas de "El entusiasmo. Precariedad y trabajo creativo en la era digital", su último libro, Premio Anagrama, de reflexiones sobre el trabajo creativo en la sociedad neoliberal. Zafra es profesora de Arte, Estudios Visuales, Estudios de Género y Cultura Digital en la Universidad de Sevilla y profesora tutora de Antropología en la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Pablo Iglesias fue alumno suyo en un curso de postgrado en la Carlos III y ha recomendado su ensayo. La escritora presenta su libro hoy, a las 19.00 horas en el Museo Arqueológico, en la jornada inaugural del Muyeres Fest.

- El planteamiento de "El entusiamo" es desolador.

-El libro pretende hacer un recorrido crítico por la realidad de los trabajos creativos contemporáneos, atravesando varias generaciones que han crecido con una expectativa de mejora a través de ellos y cuyo entusiasmo tiende a ser instrumentalizado. Existe la idea de que los trabajos creativos y motivadores están pagados con su práctica. Y a eso se le une la llegada de un final de siglo en el que, a través de las redes, todos creamos para todos; la creación se ha normalizado y es más competitiva. Hay un gran desengaño. Pero en el libro hay líneas de fuga. Hay una toma de conciencia y tras la publicación del libro he detectado un efecto espejo.

- Sacar provecho del entusiasmo es una habilidad del neoliberalismo.

-Hay multitud de trabajadores cada vez más cualificados en ciencias sociales, en arte, con trabajos muy poco estables que se camuflan como prácticas, formación o proyectos. Se quiere creer que se es afortunado por hacerlos y es fácil caer en la explotación y en la autoexplotación, se rompen el tiempo de reflexión y los lazos entre profesionales. Llegas a casa sigues trabajando y te engañas.

- La vida es trabajo.

-La dificultad de desconectar y de frenar por inercia, por responsabilidad o irreflexión es una tendencia. Tendemos a fagotizar esos tiempos que son fundamentales para posicionarnos y eso mismo es algo que forma parte del entusiasmo con el que habitamos la cultura. No soy tremendista, es parte de un proceso del que ahora somos más conscientes. Estamos empezando a poner límites, a limitar horarios, a decir no...

- La libertad ya no existe y las redes no la promueven, dice.

-No considero que la red sea un mundo hostil para el pensamiento y entiendo la libertad como un gradiente, no como un todo o un nada. Esta es una sociedad marcada por la velocidad y la caducidad de la información, y por la precariedad derivada de ellas. En las redes es fácil caer en el espejismo de la libertad.

- ¿Usted es usuaria de redes sociales?

-Sí, comencé con un planteamiento etnográfico: el de que para criticarlas hay que observarlas desde dentro y el de infiltrase donde se busca un cambio.

- Y las mujeres, ¿cómo se mueven en ese mercado laboral de la creatividad?

-Con la precariedad los trabajos culturales tienden a feminizarse. Muchos se pagan de manera simbólica, a veces simplemente con la satisfacción de haberlos hecho, y a mí eso me recuerda a los trabajos domésticos, que nunca han sido considerados empleos. La llegada de las mujeres al mercado laboral las ha convertido en enormes entusiastas.

- ¿Hay que evitar el entusiasmo?

-Hay un entusiasmo íntimo que es un motor que nos moviliza y que es positivo, pero hay que estar atentos a quienes intentan instrumentalizarlo.

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