La adjudicación de los distintos lotes para cubrir las necesidades organizativas de la feria de La Ascensión de este año, del 11 al 13 de mayo, se realizó ayer en la mesa de contratación y permitió librar, por los pelos, la programación de este año. Después de que el problema con el cambio de gestión (al pasar de manos de la SOF (en vías de extinción) al Ayuntamiento retrasara los procesos de adjudicación de carpas y demás elementos, al final solo una empresa se presentó a los dos lotes principales, el de carpas y mobiliario.

La adjudicataria, que tendrá ahora que ver confirmada la concesión a través de una comisión reunida para certificar el contrato, es Toldos Barry, vieja conocida de la casa y habitual proveedora de estos servicios. Barry logró hacerse con el concurso en solitario y con una baja de sólo el 0,5% en el apartado de carpas y del 3,1% en el de mobiliario, que incluye suelo, rampas y moquetas.

Con esa parte del concurso adjudicado, la Fundación Municipal de Cultura puede considerar resueltas las necesidades logísitcas de la Losa de Renfe, que concentra la mayor parte de la programación de la Ascensión.

Cosa muy diferente es el caso de la parte ganadera de la fiesta, la feria que con la llegada del tripartito al Ayuntamiento Oviedo recuperó y dejó de cedérsela al municipio de Llanera.

El concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, ya había desvelado a LA NUEVA ESPAÑA hace meses que este año la cita ganadera de Olloniego coincidiría con la de San Isidro en Llanera. Por este motivo se decidió retrasar una semana la parte ganadera de la Ascensión, que se celebrará en Olloniego el 19 de mayo. El PP apuntó entonces que en esas fechas la feria también entraba en conflicto con otras citas ganaderas en Asturias. No obstante, el del calendario es, ahora, el menor de los problemas que tiene el presidente de la Fundación municipal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos. Ayer, la adjudicación del resto de la logística de la Ascensión que puede afectar más directamente a la feria ganadera quedó desierto.

No eran partidas grandes y el dinero era escaso. En primer lugar, se ofertaba la contratación de unos bordillos prefabricados y unos contrapesos de hormigón por un precio de 19.570 euros. No se presentó ninguna empresa. También se ofertaba la contratación de baños químicos por 1.050 euros y quedó igualmente desierto. En último lugar, era también necesaria la contratación de una torre eléctrica por 220 euros y tampoco hubo ofertas.

Fuentes municipales indicaron que se buscarán soluciones para salvar esta falta de ofertas. En los dos últimos casos, con partidas de tan poco dinero, se podrá optar por adjudicaciones directas. Para lograr los elementos de hormigón, el Ayuntamiento tendrá que buscar otros métodos que le permitan la instalación de estos elementos en menos de tres semanas.