La afición del Oviedo está harta de subir y bajar más de cien empinados escalones cada vez que los azules juegan en el Carlos Tartiere. La mejora de los accesos al estadio, y más concretamente de la gran escalera que da a la tribuna Lángara, se ha convertido en una demanda histórica de los aficionados y figura ahora entre las peticiones vecinales para las actuaciones a ejecutar a través de los presupuestos participativos de 2019. La propuesta ha obtenido una notable acogida en las redes sociales y ha cosechado la inmediata adhesión de las peñas oviedistas, que ven en este instrumento de financiación municipal la posibilidad de acabar con un grave problema de accesibilidad que también puede afectar a la seguridad de quienes van al campo.

En concreto, se trata de construir nuevas escaleras o rampas que conecten la zona urbana (la calle Ricardo Vázquez Prada o el alto de Buenavista) con el estadio, que está construido a un nivel inferior. El objetivo es que los seguidores no tengan que transitar por la gran escalinata ubicada frente a la tribuna Lángara (en la zona Este del Tartiere) y que desemboca en lo alto del talud.

La demanda, firmada por Manuel González, ha recibido el apoyo de la Asociación de Peñas Azules del Real Oviedo (Aparo). Su vicepresidente, Jaime Campillo, cree que las escaleras actuales forman parte "del sinfín de barreras arquitectónicas" que hay en el complejo deportivo y aboga por hacer unas nuevas o reformar las existentes.

Además, reclama que los autobuses de aficionados que vienen de otros concejos puedan estacionar en batería en la zona llana del parking del Tartiere, en lugar de hacerlo como hasta ahora, en fila india y en una rampa. "Hay personas de edad avanzada que ya no van a los partidos porque no se sienten seguros al caminar por esa rampa o por las escaleras. El campo de fútbol está muy mal hecho. Como no parece viable tirarlo y hacer otro, tenemos que luchar por mejorar los accesos", afirma. Representantes de la Aparo se reunieron la semana pasada con la Policía Local para estudiar el cambio del aparcamiento, aunque sin llegar a un acuerdo.

El presidente del club internacional de seguidores del Oviedo, Matías García, defiende la necesidad de mejorar o construir un nuevo acceso, porque "la escalera es lamentable". A su juicio, cada temporada se hace más evidente que es necesario cambiarla. "Cuando íbamos unas 8.000 personas ya era terrible, pero ahora que vamos una media de 15.000 es insostenible y una actividad de riesgo". Esa peligrosidad quedó patente en 2003, cuando un seguidor visitante se rompió varias costillas al caer desde lo alto de las escaleras.