Todo lo que Ignacio Martínez de Pisón cuenta en "Filek" está documentado. En su último libro, un arduo trabajo de investigación periodística que ayer presentó en Libroviedo, la ficción no va más allá de alguna que otra conjetura.

- ¿Cómo dio con Filek?

-Encontré por casualidad en la biografía de Franco de Paul Preston una referencia a Von Filek y me puse a investigar por satisfacer mi propia curiosidad. ¿Cómo puede ser que un estafadorcillo de medio pelo, en el 39, el año más duro del régimen, consiga llegar al círculo más íntimo de Franco y venderle un mejunje que es una estafa? Fui al Archivo General de la Administración, buscando el sumario y la sorpresa fue que nunca fue juzgado. Se tapó, porque el régimen quedaba en ridículo y por proteger a algunas personas.

- ¿A quiénes?

-Filek se acercó a Franco por dos cuñados, Serrano Suñer y Felipe Polo, ovetense de pro. Un ministro de Hacienda del primer gobierno de Franco, José Larraz contó que el que estaba entusiasmado con el asunto de la gasolina era Felipe Polo; también Carmen Polo.

- Filek se aprovechó de las debilidades del régimen.

-Ahí se ven las verguenzas del régimen: la incompetencia del ministro de Industria, el sueño de la autarquía de Franco...

- ¿Cómo acabó Filek?

-Lo metieron en la cárcel, en el primer permiso que le dieron estafó a un francés diciéndole que iba a sacar a su hijo de un campo de concentración, utilizó el nombre de Franco y de Serraño Suñer y entró la Brigada Político Social, se convirtió en un preso gubernativo y lo mandaron a construir el campo de concentración de Nanclares de la Oca. Luego fue a Hamburgo y allí murió, en el 52.

- ¿Ha oído hablar del Petromocho?

-Sí, un espabilado que vino aquí por dinero público. Eso ya era en la democracia, pero Franco tenía obsesión por el petroleo. Hubo una fiebre del oro negro en España. Y hoy, que se ha muerto José Maria Iñigo, me he acordado de un tipo que fue a su programa y que había inventado el motor de agua. Hay gente que se arrima al poder atraído por el dinero público, la mayoría de los ricos que hay en España.

- La postguerra española es un filón literario inagotable.

-La novela nos sirve para saber más de nosotros como sociedad y entender quienes éramos.

- ¿En la actualidad encuentra material para sus libros?

-Eso tendrá que escribirlo otro porque hace falta que pasen los años, y las cosas están inacabadas. Lo de Cataluña cada vez es más absurdo, a veces tiene ribetes cómicos, a veces trágicos. ¿Dentro de diez años cómo recordaremos estos? ¿Habrá algunos héroes? Ahora hay una literatura sobre el fenómeno de ETA, que te permite contemplarlo ya como algo cerrado.

- ¿Desde Barcelona cómo contempla lo que esta pasando en Madrid?

-Cuando los partidos políticos se asientan en el poder durante tanto tiempo empiezan las redes clientelares y es ineludible la corrupción, y acaban juntos los robos de millones y millones con el de dos cremas, que hace que caiga la presidenta de una comunidad.